Los datos globales de la inversión exterior directa (IED) que recibe la Comunidad de Madrid sobrevaloran el impacto real que tiene en la región, al incluirse flujos financieros que responden a estrategias de optimización fiscal, a compraventa de grandes empresas cotizadas o a inversiones en empresas con actividades en otros territorios pero que se contabilizan como «efecto sede», indica CCOO Madrid.

Por otro lado, la centralidad político empresarial de la ciudad de Madrid («efecto capitalidad») se traduce en inversiones extranjeras ligadas a actividades con un impacto menor en el empleo o la transformación productiva del que reciben otras comunidades autónomas.

Estas son algunas de las conclusiones que pone de manifiesto un informe elaborado por CCOO de Madrid cuyo objetivo ha sido estudiar los flujos de inversión extranjera directa en la Comunidad de Madrid y su impacto sobre el tejido empresarial y las personas trabajadoras.

Para Paloma López, secretaria general de CCOO de Madrid, este informe pone de manifiesto una realidad que el gobierno del PP quiere ocultar.

«Los datos contradicen lo aireado por el gobierno regional del PP que, en los últimos años, ha destacado el liderazgo de la Comunidad de Madrid por la recepción inversión extranjera directa en España como una variable clave para medir el éxito de su modelo económico y social de la región», asegura López.

Añade que «la política fiscal y económica del PP está basada en la desigualdad, y tiene el objetivo de beneficiar a los sectores de alto nivel, los rentistas, grandes capitales y corporaciones y va en contra de la población trabajadora».

En caída

La Comunidad de Madrid ha sido líder en la recepción de inversión extranjera en España, pero esto no siempre se traduce en beneficios económicos reales para la región.

Teniendo en cuenta el último quinquenio disponible (2019‐2023), la inversión extranjera directa en la Comunidad de Madrid alcanzó los 105.300 millones de euros, un ‐14,5 por ciento (‐17.800 millones de euros) menor que en el periodo anterior (2014‐2018).

La mayor inversión exterior dirigida a España se quedó en Madrid, pero generó menos beneficios que en otras comunidades, como Cataluña, por lo que su impacto en el empleo y el desarrollo productivo es muy cuestionable.

Reducir desigualdades

Muchas inversiones se registran en Madrid por razones contables, aunque la actividad real se produzca en otras regiones. Esto genera una sobreestimación del impacto de éstas en la economía madrileña.

El sector servicios es el principal receptor de la inversión extranjera (65,8 por ciento), seguido por la industria (23,7 por ciento) y la construcción (10,3 por ciento).

Sin embargo, la concentración de estos fondos en ciertos sectores no se traduce en un desarrollo equilibrado del tejido productivo, y solo genera el 30,9 por ciento del empleo asociado a esta inversión, y esto indica que la IED no está contribuyendo de manera efectiva a la creación de empleo de calidad en la región.

Otro de los aspectos de informe elaborado por CCOO de Madrid son los proyectos Greenfield, un tipo de inversión donde un inversor extranjero construye desde cero las instalaciones con el objetivo de poner en marcha un proyecto, aportando todo el capital necesario.

Estos proyectos son limitados en Madrid en comparación con otras comunidades como Cataluña, lo que sugiere un menor impacto en la creación de empleo y desarrollo económico.

A pesar de la alta recepción de inversión extranjera, la Comunidad de Madrid enfrenta desafíos significativos en términos de empleo y desarrollo productivo.

A la vista de los datos del informe y sus conclusiones, para CCOO de Madrid, es imprescindible un enfoque más selectivo en la atracción de inversiones para que realmente beneficien a la economía local y reduzcan las desigualdades.

Propuestas

CCOO de Madrid ha hecho llegar repetidamente propuestas al Gobierno regional para corregir estas desigualdades y reequilibrar la realidad territorial:

  • Hay que diversificar el modelo productivo, apostando por un nuevo modelo industrial, y otros sectores que generen empleo de calidad.
  • Cumplir el actual plan industrial aplicando las inversiones comprometidas, algo que no se está haciendo.
  • La negociación colectiva es fundamental para corregir las diferencias en la estructura salarial, prestando especial atención a la brecha que existe entre hombres y mujeres.
  • Y un pilar básico es el fortalecimiento y potenciación de los servicios públicos de calidad.

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