La coordinadora humanitaria de la ONU, Sigrid Kaag, ha denunciado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la alarmante violación de derechos humanos en Gaza, que incluye la protección civil deteriorada, el acceso limitado a necesidades básicas y el resurgimiento de enfermedades como la polio.
La ONU subraya la urgencia de un alto el fuego, la liberación de rehenes y el acceso humanitario ininterrumpido.
También se destaca la crítica situación de los trabajadores humanitarios y la infraestructura en ruinas que obstaculiza los esfuerzos de ayuda.
Kaag señala que la situación en Gaza ha alcanzado un punto insostenible, con la población enfrentando severas privaciones, desde la falta de acceso a agua potable hasta el colapso de los servicios de salud, la crisis humanitaria es devastadora.
Aunque se ha avanzado en la vacunación contra la polio, la precariedad sanitaria en Gaza es palpable.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha jugado un papel esencial en la gestión de la crisis, brindando asistencia a millones de refugiados palestinos, pero sus recursos están siendo sobrepasados.
Con la infraestructura destruida y los refugios abarrotados, las condiciones de vida en Gaza son insostenibles. La agencia ha advertido que, sin un incremento significativo en el financiamiento y el apoyo internacional, será imposible continuar brindando los servicios necesarios.
La falta de acceso a alimentos, medicinas y otros suministros esenciales ha llevado la situación humanitaria a un punto crítico.
La ONU insta por ello a la comunidad internacional para aumentar la asistencia a la UNRWA, que está luchando para cubrir las necesidades de la población refugiada bajo condiciones extremadamente adversas.
La ONU también recalca que las soluciones temporales no pueden sustituir la necesidad de un acuerdo político a largo plazo. Sin un estado palestino independiente y viable, el ciclo de sufrimiento y violencia continuará.
