La novena Muestra de Cine Francófono de Madrid cerró sus puertas dejando un sello imborrable de reflexión y diálogo intercultural en un momento marcado por conflictos globales y tragedias humanas.
Con un compromiso inquebrantable con la vida, la memoria, la inteligencia crítica y la solidaridad, el festival se ha erigido como un faro de luz en tiempos oscuros, demostrando una vez más el poder del cine como motor de cambio y empatía.
Este año, la muestra se ha caracterizado por su diversidad y amplitud, presentando once películas de diferentes géneros y continentes. La selección incluyó documentales, dramas íntimos, comedias dramáticas y películas de animación, representando la riqueza y pluralidad del cine francófono de Europa, África y América.
Las obras seleccionadas abordaron temas tan urgentes y necesarios como los conflictos en Líbano y Palestina, la memoria de la inmigración, la lucha de las mujeres tunecinas y la música como herramienta de lucha contra la desigualdad.
La Muestra se enorgulleció de tener como invitada de honor a la provincia francófona de Quebec, inaugurando el evento con el preestreno nacional de «Ru», basada en la aclamada novela de Kim Thúy. La presencia de la autora en el coloquio posterior enriqueció la experiencia, abriendo un diálogo sobre el exilio forzado y el poder curativo de la ficción.
A pesar de las críticas hacia su duración, la dirección de Charles-Olivier Michaud en «Ru» fue celebrada por su profundidad y sensibilidad.
Entre los títulos destacados se encontraron también «Chien de la casse» de Jean-Baptiste Durand, galardonada con dos premios César, y «Les Histoires d’amour de Liv S.» de Anna Luif. Además, se recuperó un clásico africano, «Le mandat» de Sembène Ousmane, y se presentó el drama histórico «Libertate» de Tudor Giurgiu, que transporta a los espectadores a la revolución rumana de 1989.
El festival no olvidó al público más joven, ofreciendo una sesión especial de animación con «El viaje de Ernest y Celestine», una delicia para toda la familia que cautivó a los espectadores infantiles.
En cuanto al cine documental, la muestra brilló con la presentación de trabajos como «Bye Bye Tiberias» de Lina Soualem, premiado en el London Film Festival, y «Las Cuatro hijas» de Kaouther Ben Hania, aclamado tanto en los César como en los Oscars. El documental se convirtió en una plataforma para historias reales, provocadoras y transformadoras, que dejaron una huella imborrable en el público madrileño.
Esta edición de la Muestra de Cine Francófono ha demostrado una vez más que el cine no es solo entretenimiento, sino una herramienta vital para entender, cuestionar y conectar con las realidades de un mundo diverso y complejo.
Madrid, por su parte, ha reafirmado su compromiso con la cultura y la solidaridad internacional, esperando ya la próxima edición de este encuentro cinematográfico tan necesario.
Las muestras de Cine Francófono están organizadas por la Alliance Française de Madrid con la colaboración de las embajadas participantes y el apoyo de la Universidad Autónoma de Madrid, y buscan dar visibilidad al rico patrimonio de las cinematografías francófonas de varios continentes (África, América y Europa) desde una perspectiva humanista.
