La creciente preocupación por el cambio climático ha situado la salud medioambiental en el centro de la atención global, especialmente tras la reciente celebración de la conferencia de cambio climático de Naciones Unidas en Dubái: la COP28 cerró dos semanas de negociaciones con un acuerdo histórico para abandonar gradualmente los combustibles fósiles en 2050. Un acuerdo que beneficia no solo a las personas sino también a los perros, como advierte la Real Sociedad Canina de España (RSCE).
Y es que, como advierte la RSCE, es fundamental saber que el impacto climático afecta de manera significativa a los perros, planteando amenazas serias para su salud y bienestar. La contaminación atmosférica perjudica a estos animales, manifestándose principalmente a través de problemas respiratorios y enfermedades como la neumonía, la bronquitis crónica o el asma.
Las partículas contaminantes inhaladas pueden provocar tos, asma, alergias, bronquitis en los perros, al igual que en sus propietarios. En casos más graves, incluso cáncer de pulmón. Resulta alarmante observar que los pulmones de perros expuestos a niveles significativos de contaminación pueden llegar a presentar un tono negro durante procedimientos de necropsia, lo que confirma más aún los daños que la contaminación provoca a lo largo del tiempo.
No solo se ve afectado el sistema respiratorio de los perros: otras de las consecuencias de la polución son la fatiga, la falta de apetito, conjuntivitis, problemas oculares o la pérdida de olfato, que es un sentido fundamental para los perros.
Tradicionalmente, se ha prestado mayor atención a los impactos de la contaminación en la salud de los pulmones y el sistema cardiovascular. No obstante, estudios recientes señalan que la contaminación también tiene efectos perjudiciales en el sistema nervioso. Está demostrado que, asimismo, contribuye al deterioro cognitivo y a la memoria, involucrando procesos como el estrés o la inflamación de las células nerviosas.
Por otro lado, la ausencia de lluvia puede agravar la contaminación atmosférica, provocando una mayor concentración de partículas nocivas en el aire. Según los expertos, la falta de precipitaciones también se asocia con un aumento en las consultas veterinarias relacionadas con afecciones respiratorias en perros. Los perros con problemas cardíacos pueden enfrentar un riesgo adicional debido a la mayor concentración de contaminantes atmosféricos.
Cómo prevenir enfermedades
Para empezar, la RSCE recomienda limitar la exposición en días de alta polución para minimizar la inhalación de partículas contaminantes. Si los paseos son más cortos durante picos de contaminación contribuimos a proteger la salud pulmonar de nuestros perros.
También es importante elegir horarios de paseo y lugares. Fomentar escapadas a entornos naturales, como montañas, donde los perros puedan respirar aire fresco y menos contaminado.
Cuando los perros descansan, es crucial proporcionarles un refugio situado en ambientes interiores resguardados. Evitar que duerman en el patio exterior y proteger sus platos de agua y comida de la exposición externa contribuye a mantener un entorno más saludable.
Es notorio saber que, al igual que las personas, los perros también sufren como fumadores pasivos. Por ello, se recomienda no fumar en espacios cerrados que compartimos con nuestras mascotas. Es muy importante mantener un ambiente libre de humos para preservar su salud respiratoria.
La Real Sociedad Canina de España (RSCE) es la voz del perro en nuestro país desde hace más de cien años. Y es la única sociedad canina en España reconocida por la Fédération Cynologique Internationale.