«Vermin: La plaga[1]», opera prima del realizador francés Sebastien Vanicek, que abrió la Semana de Cine fantástico y de Terror de San Sebastián y consiguió ganar el Premio Especial del Jurado en el Festival de Sitges del pasado otoño, es una pesadilla con arañas.
Narra, con un humor controlado y unos protagonistas casi perfectos, la invasión de unas arañas asesinas, pérfidas e inteligentes, en un inmueble de las afueras de París mayoritariamente ocupado por inmigrantes «sin duda tan mal considerados como esos insectos con instintos homicidas» (a-voir-a-lire.com).
Los jóvenes actores, apenas salidos de la adolescencia, que intentan sobrevivir en el edificio, donde todo es oscuro y angosto, son Finnegan Oldfield («La emperatriz rebelde»), Sofia Lesaffre («Memorias de París»), Jérôme Niel («Vaya clase»), Théo Christine («Skam France») y Lisa Nyarko.
Kaleb, cerca de los treinta, está peleado con su hermana, con la que comparte apartamento tras la muerte de su madre, y no se habla con su mejor amigo. Vive de pequeños trabajos aleatorios y de la venta de zapatillas deportivas de modelos exclusivos que le facilita un adulto propietario de un atestado almacén de todo tipo de productos, al que un día compra una araña muy venenosa que mantiene escondida en su habitación, que escapa accidentalmente y se reproduce continuamente transformándose en una plaga, que está fuera de control y tiene muy asustados a los habitantes del edificio.
Película de género y crónica social de unos personajes condenados por sus circunstancias a permanecer en el suburbio donde han crecido, pero empeñados en escapar al determinismo cultural soñando con una vida en otro lugar lo que, sumado a la variedad étnica de los chicos y a la fortaleza de los sentimientos de amistad que cultivan, añade un barniz político a una historia en la que la invasión de arañas sirve de alegoría.
Sin duda porque el realizador conoce de primera mano la experiencia de crecer en un lugar parecido al que habitan sus protagonistas, y lo ha explicado en una entrevista en el diario Le Monde: «Yo quería hacer una película divertida (…) pero también quería hacer una película que hablara de mi. De la frustración de un joven del suburbio que quiere hacer cine y se encuentra muchas puertas cerradas, tanto públicas como privadas. Hablar de una especie de delito de perfil racial que me acompaña. Como si a causa de mis orígenes no se me pudiera confiar un proyecto. Y eso que tengo suerte porque soy blanco y hetero, tengo colegas para los que todo es mucho más duro. Quería hacer una película que hablara de todo esto sin caer en el miserabilismo»
- «Vermin: La plaga» se estrena en las pantallas madrileñas mañana, viernes 2 de febrero de 2024.