«Cartas al director», sobre la obra de Cristina de Middel, no es una exposición de fotografías al uso, como las que estamos acostumbrados a ver de los grandes fotógrafos. Se trata de una instalación que ocupa los cuatro pisos y la planta baja de la Sala del Canal de Isabel II en Madrid, un escenario idóneo para exponer los planteamientos que la fotógrafa intenta trasladar a los visitantes.
El acceso recuerda al de los diferentes espacios de una antigua redacción de periódico en la que se elabora la información y a veces se manipula: de hecho, los asistentes pueden pegar titulares de periódicos recortados sobre fotografías relacionadas o no con sus contenidos informativos.
La primera planta se dedica a un tema sexual relacionado con la prostitución y con la representación visual que los medios dedican al tema. Se exponen fotografías de clientes de burdeles que han contado sus experiencias a la fotógrafa a cambio de dinero. Son unas cien entrevistas en diferentes lugares del mundo. Jugando con la realidad y la ficción Cristina de Middle utiliza los materiales de una de sus primeras series, «Vida y misterios de Paula P», donde cuenta la doble vida de una joven estudiante dedicada a la prostitución, y los de otra serie más reciente, «Club de caballeros» (2018) de la que proceden los testimonios de usuarios de burdeles.
Otra sala está dedicada al tema de la inmigración en la frontera de México con Estados Unidos, en el lugar reconocido como Centro del Mundo. Realizado en los años de la presidencia de Donald Trump, Cristina de Middel destaca que su intención es resaltar el aspecto heroico de la gente que abandona su país para buscar la supervivencia en tierra hostil.
La tercera planta está dedicada a la guerra, sobre todo en Afganistán, con la serie «The Kabuler», y aquí la mezcla entre lo real y lo conceptual intensifica la fuerza de las imágenes.
La parte superior la ocupa un supuesto despacho de director del periódico donde se superponen y entrelazan voces de protagonistas de la información con las de locutores y presentadores de programas de noticias.
Una referencia, por último, al catálogo de la exposición, una caja de cartón que contiene, entre otros materiales, fotografías de archivo, reproducciones de algunas de las que se exponen, el libro «Vida y milagros de Paula P.», declaraciones de algunos de los clientes de prostíbulos, el supuesto periódico «Cartas al director», con titulares sorprendentes o raros, todos auténticos: «Las ánforas romanas estaban junto a la merluza congelada», «El gobierno español frena el regreso del fútbol», «Por qué a España le importan tanto las peluquerías», «Japón se prepara para la llegada de los ovnis»…
Entre el documentalismo y la ficción
Los proyectos de Cristina de Middel (Alicante, 1975) son algo más que conjuntos de fotografías que giran sobre un tema. Su trabajo investiga la ambigua relación que hay entre la imagen y la realidad.
Formada como fotógrafa documental, su obra alcanzó una gran repercusión internacional en 2012 con «Afronautas», que recogía el descabellado programa espacial de Zambia de enviar un hombre a la Luna (aunque no tan descabellado: véase el artículo que Juan Forn le dedicó en «Página 12», recogido en el libro «Yo recordaré por ustedes»).
En 2014 su serie «Esto es lo que hizo el odio» se basaba en un cuento del nigeriano Amos Tutola. «Jan Mayen» (de 2015) y se dedicaba a una fracasada expedición científico turística a esta isla del Ártico a principios del siglo veinte.
En 2016 expuso en el Museo Reina Sofía de Madrid su serie «Midnightat the Crossroads», en colaboración con Bruno Morais, sobre el continente africano contemplado desde una visión anticolonial.
Una de las primeras exposiciones que tuve la oportunidad de ver de esta fotógrafa artista, en PhotoEspaña 2016, abordaba el mercado del arte con copias que Middel conservaba de anteriores trabajos. Esas fotografías documento testimoniaban la lógica comercial del entramado de ferias, instituciones, exposiciones y comisariados.
En 2017, en «El hombre perfecto», Cristina de Middle utiliza la película «Tiempos Modernos» de Chaplin para hablar del trabajo alienante en la India.
En la convocatoria de PhotoEspaña 2018 buscó en el archivo de Magnum, la agencia que ahora preside, fotografías lúdicas para con ellas trascender la realidad y cuestionar las verdades solemnes que la propia Magnum ofrece en sus obras documentales y de fotoperiodismo. Su exposición la tituló «Players», y fue comisariada por Martin Parr.
Allí había fotografías de Harry Gruyaert, Paollo Pelegrin, Chris Steele-Perkins, Peter Marlow, Richard Kalvar, Bruno Barbey, Cristina García Rodero o Alex Majoli, que Middel empleaba para desmontar lo documental y utilizar la ficción para iluminar la realidad.
Esta utilización de lo falso y lo real, del juego entre realidad y ficción, en la órbita de Fontcuberta, estaba también en la exposición que presentó en Tabacalera de Madrid en 2019 con las series «Mayen», «Alerta» y «Aleatoris vulgaris», en las que planteaba fórmulas de resistencia a los discursos dominantes.
Y es la base de «Pseudología fantástica» que presentó en el Museo de la Universidad de Navarra en 2021: mundos distópicos, fake news, imágenes manipuladas… bautizada con el nombre de un trastorno sicológico que incita a contar historias fantásticas que el sujeto acaba por creerse.
En una de sus últimas exposiciones, «Etcétera», juega con arquetipos que difuminan las fronteras entre lo ficticio y lo real utilizando elementos de trabajos anteriores.
Premio Nacional de Fotografía 2017, Cristina de Middel vivió en Uruapán (Mihoacán, México) y en la actualidad reside en Brasil con su pareja, el también fotógrafo Bruno Morais.
Se formó como fotógrafa en Niza después de abandonar la carrera de Derecho y de matricularse en Bellas Artes, y comenzó como fotoperiodista en Ibiza y en el diario «Información» de Alicante. En 2022 fue nombrada presidenta de Magnum, la agencia fundada por Robert Capa y Cartier-Bresson.
- TÍTULO. Cartas al director
- LUGAR. Canal de Isabel II. Madrid
- FECHAS. Hasta el 14 de enero
