Matthew J. Saville, guionista y realizador neozelandés de «Juniper», su primer largometraje, tenía diecisiete años cuado su abuela europea, inmovilizada tras romperse una pierna, llegó a la casa de Nueva Zelanda donde vivía con sus padres, para intentar reponerse.
«Heather tuvo una vida increíble. Estuvo en España durante la guerra civil, luego en África, y había bebido suficiente ginebra como para bañar a un elefante», declaró cuando presentó «Juniper» (Le passé retrouvé en la versión francesa), donde cuenta la historia de una anciana inglesa llamada Ruth, inmovilizada en un sillón, que de repente irrumpió enferma en la casa donde vivían su hijo y su nieto en Nueva Zelanda.
«Juniper» ha clausurado la 68 edición de la Semana Internacional de Cine (Seminci) que acaba de celebrarse en Valladolid, donde su protagonista, la actriz inglesa Charlotte Rampling («Dune», «La caída de los dioses»), ha recibido la Espiga de Honor como recompensa a una larga carrera que aún no ha terminado.
En «Juniper» –película sobre la manera en que afrontamos el dolor y las decisiones que tomamos de vivir y morir- Charlotte Rampling comparte el protagonismo con el joven actor neozelandés George Ferrier («Sweet Thooth», «¿Quien miente?»), en el papel de su nieto Sam.
Sam es un adolescente autodestructivo que acaba de perder a su madre. Su padre, que tiene que ausentarse, le obliga a regresar del internado para cuidar a su abuela Ruth, una mujer autoritaria y alcohólica, obligada a permanecer en una silla de ruedas. Poco a poco la mujer irá saliendo de la soledad y la tristeza que arrastra y, de paso, conseguirá que su nieto recupere el gusto por la vida.
Sin ser un argumento en absoluto original y con un final tan tópico como esperado, «Juniper» es una película sincera que enfrenta a dos seres que se sienten mal: uno psicológica y el otro físicamente, una autobiografía imaginada llena de humanidad. un encuentro entre dos almas heridas, dos soledades que acaban reconociéndose y dando forma a algo que se parece bastante a una verdadera familia.
Pese a la debilidad argumental, la penetrante mirada de Charlotte Rampling –una buena actriz, bellísima tanto en su juventud como en su madurez, en un papel a la altura de su talento- conserva todavía la capacidad de llenar la pantalla. El joven George Ferrier se ajusta perfectamente al papel encomendado y funciona la química entre las dos generaciones.
Completan el reparto Marton Czokas, en el papel del padre, y Edith Poor, en la enfermera que se ocupa de la abuela.
- «Juniper» se puede ver en los cines de Madrid a partir de este martes 1 de noviembre de 2023.