Suma Flamenca 2023. Sala Verde de los Teatros del Canal. El cantaor Arcángel presenta en estreno absoluto «Veneros del cante». Le acompañan la guitarra de su compadre Miguel Ángel Cortés y el compás y coros de sus inseparables Los Mellis.
Arcángel ha vuelto con ganas a la tradición del flamenco, ha vuelto a ser el dinamizador del cante, con la libertad expresiva con la que ha creado su estilo como cantaor desde hace muchos años. Veneros del cante, fuentes del cante. Nadie como él, el Arcángel estudioso y erudito en cantes, para traernos desde la tradición y la memoria palos de siempre por maestros de siempre, por los paisajes de los cantes.
Da lo mismo, porque a la hora de transmitir vivencias y emociones ahí está su voz, su estilo, sus registros inimitables, sus sostenidos imposibles, sus quejíos que vienen del alma y llegan al alma.
Él se transforma en emoción integral, porque a su voz, a su forma de cantar le acompañan en compás perfecto, no solo la expresión facial, que ya es mucho, es toda la gestualidad corporal, sus manos que hablan, sus pies que marcan ritmos y percusiones.
Es todo, cante, ritmo, compás, percusiones. Y no es que se lo proponga, no. Surge de manera natural como en un todo integrado desde ese ser interior que caracteriza a los que de verdad, aman el flamenco.
Ahí está la raíz de todo. El amor al flamenco. Como él me dijo una vez: «Necesito el contacto con el arte para sentirme bien. Necesito el arte para vivir. Siento el arte más como una devoción que como profesión.» («FLAMENCOS, Conversaciones con artistas», página 322).
La guitarra de Miguel Ángel Cortés, es la otra mitad del concierto. El niño de La Zambra del Sacromonte, hoy reconocido compositor, concertista, sabio y cómplice en el acompañamiento, elegancia en el toque, sabe hacer hablar, gemir o reír a la guitarra como un maestro de cante y toque.
Dicen maestros del cante que hay que conocer y sentir muy bien a la guitarra para cantar bien y viceversa, hay que saber y sentir mucho el cante para estar a la altura con la guitarra. Cortés lo cumple ampliamente. Él y Arcángel se complementan como la horma al zapato. El resultado, hacer sentir auténticas taquicardias de emoción incontenible al espectador receptivo.
Y por ahí nos llevaron, en una estructura de concierto meditada, genial, sin lugar para la improvisación. Un auténtico venero del cante. Por Camarón y Lorca en el primer tercio de los tientos que dieron comienzo al concierto con su música, la letra de La leyenda del tiempo: «El sueño va sobre el tiempo / flotando como un velero / nadie puede abrir semillas / en el corazón del sueño …»
Siguió por caña, por bulerías, por guajiras, por tanguillos, enlazando palos y lugares, enlazando maestros del cante, Morente, Caracol, Marchena, en recorridos totales por todos los orígenes, llevando hasta el llanto por seguiriyas, y más, hasta ese final que él siempre, como cantaor de Huelva hace, el gran recorrido por fandangos, por los de la tierra y más allá de la tierra, destilando emociones sin fin…
Ah, y Los Mellis, siempre con él, maestros de coros y compás, que pusieron un toque final con el tirititrán de las alegrías.
Veneros del cante, fuentes del cante, mirada atrás, tradición como pasaporte al futuro donde se encuentra con su mundo sonoro. Formar parte del legado musical de los maestros, heredad de los pueblos origen de cada cante. Ese es el viaje emprendido por Arcángel en estos Veneros del cante, un homenaje a los territorios de lo clásico.
Cantes de siempre, maestros eternos, en un estreno absoluto que enlaza el ayer y el hoy del cantaor de Huelva, Arcángel.
