La Autoridad Palestina ha calificado de «Genocidio» y «catástrofe humana» el ataque a un hospital de Gaza este 17 de octubre 2023, en el que, además de los cientos de heridos y enfermos que se trataban en el edificio, también se resguardaban decenas de refugiados que habían perdido sus hogares por la guerra y buscaban resguardarse de los bombardeos.

Médicos Sin Fronteras (MSF) se ha declarado horrorizado por este bombardeo del hospital Ahli Arab de Gaza, «que atendía a pacientes y acogía a gazatíes desplazados» y en el que han muerto cientos de personas: «Se trata de una masacre, es absolutamente inaceptable».

«Estábamos operando en el hospital, hubo una fuerte explosión y el techo cayó sobre el quirófano. Esto es una masacre», afirma el médico de MSF en Gaza Abu Sittah.

«Nada justifica este espantoso ataque contra un hospital y sus numerosos pacientes y trabajadores sanitarios, así como contra las personas que buscaban refugio allí. Los hospitales no son un objetivo. Este derramamiento de sangre debe terminar. Ya basta» concluye MSF.

«Ya no hay lugar seguro en Gaza (…) Continúan los intensos bombardeos de las fuerzas israelíes desde el aire, el mar y la tierra.», sentenció la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) a través de su cuenta de ‘X’.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que el bombardeo se trata de un ataque de una «escala sin precedentes», exponiendo también que el centro médico alcanzado por un misil era parte de la lista de veinte hospitales que tenían instrucciones de desalojo por el ejército israelí. Una orden que esta siendo casi imposible de acatar.

«La orden de evacuación ha sido imposible de llevar a cabo dada la inseguridad actual, el estado crítico de muchos pacientes y la falta de ambulancias, personal, camas en el sistema sanitario y refugios alternativos para los desplazados», explicó Ahmed Al-Mandhari, director regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental.

La misma OMS ha registrado otros 134 ataques contra instituciones médicas en los Territorios Palestinos ocupados desde el 7 de octubre, afectando a veintiséis hospitales y cobrándose la vida de alrededor de dieciséis miembros del personal sanitario en la región. También se han denunciado ataques dirigidos en contra de ambulancias y equipos médicos.

Los ataques indiscriminados de Israel sobre Gaza ya han dejado más de tres mil muertos, según cifras de las autoridades sanitarias locales antes del ataque al hospital Al-Ahli, ataques que siguen intensificándose, con el argumento de que debajo de escuelas y centros sanitarios existen túneles que resguardarían a los miembros de Hamás de los bombardeos.

Por su parte, Israel negó el ataque, exponiendo que, según reportes de inteligencia militar de Tel Aviv, el hospital habría sido alcanzado por un «lanzamiento fallido de un cohete» proveniente de las filas de la Yihad islámica en Gaza.

La Yihad islámica respondió a las acusaciones de Israel, negando su complicidad en el asalto aéreo al hospital, agregando que los alegatos de las IDF serían un intento de «encubrir el horrible crimen y la masacre que cometieron contra civiles».

Jordania, Qatar, Siria, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita han señalado directamente a Israel como el responsable de la tragedia, concordando en sus diferentes comunicados que el bombardeo a centros médicos civiles constituye un crimen en contra de la población en Gaza, reafirmando su condena al Gobierno israelí.

Desde Occidente, Canadá y la Unión Europea fueron los primeros actores en reaccionar al suceso, uniéndose al terror colectivo por el ataque a población civil en Gaza y exigiendo el esclarecimiento de la responsabilidad real detrás del suceso.

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