El Consejo de Administración del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ha aprobado las cuentas anuales de 2022 con un ‘desvío’ de fondos de 2513 millones de euros no previstos que se han utilizado para servicios sanitarios de la sanidad pública derivados a la sanidad privada, informa CCOO Sanidad Madrid, que votó en contra del balance presentado por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
El desvío de las cuentas se explica, según los resultados que presenta el propio Gobierno de la Comunidad de Madrid, por un incremento muy notable de los gastos en conciertos hospitalarios (55,9 por ciento más que en 2021), hasta alcanzar los 1938 millones de euros.
Además, en el histórico se observa que, desde el año 2019, este gasto casi se ha duplicado (+94,1 por ciento). De esta forma, prácticamente una quinta parte del presupuesto total actual se destina a privatización de servicios.
CCOO Sanidad Madrid recuerda que en la reunión del Consejo de Administración celebrada en noviembre de 2021, en la «Presentación de la propuesta de anteproyecto de presupuesto para el ejercicio 2022 del Servicio Madrileño de Salud», el sindicato ya reclamó explicaciones sobre las cuentas, a su juicio, poco claras y ajustadas al gasto que se estimaba necesario.
El Gobierno regional destinaba en esos presupuestos, a todo el gasto sanitario de la Comunidad de Madrid, un total de 8783 millones y al SERMAS la cantidad de 8542 millones de euros, cantidades previstas que eran 1022 millones menos del gasto real que se produjo en el año 2019.
Las cuentas no cuadran
Las cuentas del Gobierno regional no cuadran en esta legislatura, en lo que se refiere a Sanidad y continúan manteniendo la misma senda, señala CCOO Sanidad Madrid, ya que, en 2022, el gasto total ascendió a 11.055 millones de euros, que con las facturas pendientes de pagar del año 2021 se han disparado hasta 11.439,7 millones de euros.
La Cámara de Cuentas ya ha hecho varias advertencias al Gobierno Regional por esta falta de rigor en la contabilidad de las cuentas públicas. El SERMAS ha ido reconociendo en los últimos años la existencia de diferencias entre los gastos reconocidos por conciertos y convenios hospitalarios y los gastos reales, admitiendo de facto que eran más elevados de lo que se estaban contabilizando.
Y lo que es más grave, a juicio de CCOO, porque tiene más impacto para la atención sanitaria de la ciudadanía, es que mientras se disparan las transferencias de dinero hacia la sanidad privada, existe una reducción en el resto del gasto corriente en bienes y servicios (donde se encuentran los distintos suministros) de unos -75,9 millones de euros (-2,9 por ciento). También se constata un incremento muy moderado de los gastos de personal (1,4 por ciento) que contrasta con lo sucedido en el ejercicio anterior durante la pandemia. Al igual que el año 2021, la memoria no facilita ningún tipo de desglose sobre la composición del gasto de personal (variación de plantilla, estructura, incrementos salariales…).
La realidad, en cualquier caso, es que la plantilla en marzo de 2023 (78.498 personas) es notablemente inferior a la que había en marzo de 2022 (82.445 personas), también menor que la de marzo de 2021 (83.401 profesionales) e incluso en marzo de 2020 (80.796 profesionales).
Estos hechos y datos contrastan con la necesidad de más profesionales en la Comunidad de Madrid, y con las enormes listas de espera, demoras en Atención Primaria o la no devolución de derechos arrebatados a las plantillas como la jornada de 35 horas.
Además, el Gobierno del PP dejó de invertir un veinte por ciento en infraestructuras sanitarias (63 millones de euros) mientras mantiene camas cerradas en plantas, alas y torres de hospitales, otros en penosa situación, y centros de salud que se caen.