«Nostalgia» de Mario Martone: viaje por los meandros de la memoria napolitana

«El conocimiento está en la nostalgia. Quien no se ha perdido no posee»

Con estos versos de «Poesías en forma de rosa», de Pasolini, comienza «Nostalgia», la de momento última película ambientada en Nápoles del italiano Mario Martone (Il sindaco del rione Sanità, Muerte de un matemático napolitano, Aquí me río yo), que cuenta la historia de Felice Lasco, un joven que escapó del país a los quince años para evitar pagar las consecuencias de un crimen.

Cuarenta años después, transcurridos en Africa y Oriente Medio, donde ha hecho fortuna y donde hay una mujer que le espera, Felice regresa a su casa, en el barrio Sanità, donde le reciben como a un extranjero, lo que avala el acento que ha adquirido con el tiempo, la dificultad para recordar algunas palabras en italiano y algunas actitudes que pertenecen a la religión musulmana (no bebe alcohol y dice sus oraciones sobre una alfombra). 

Tras media vida transcurrida entre Líbano y Egipto, el empresario Felice Lasco (Pierfrancesco Favino, Romanzo criminale, Il grande sogno, Suburra, El traidor, Mejor actor en los Premios del Cine Europeo) regresa a Nápoles, donde se encuentra con su anciana madre, que se está muriendo y con Don Luigi, un cura que combate a la camorra intentando buscar un futuro mejor para los jóvenes de su parroquia. Felice busca a su viejo amigo Oreste Spasiano (Tommaso Ragno, Tu y yo, Un ragazzo d’oro, E cosi sia, Hotel Gagarin), apodado «el Malomo», quien con los años se ha convertido en uno de los jefes de la mafia local, temido por toda la población.

Paseando entre las piedras de las casas y los callejones del barrio de Sanità, Felice evoca recuerdos, felices y dolorosos, de la vida junto a Oreste, su mejor amigo de infancia, con quien comparte el secreto que forzó su huida y presidió sus años de fugitivo, y se siente atrapado «por la fuerza invencible de la nostalgia».  

Cuando la madre muere, y ya nada parece retenerle, Felice se queda, tiene que encontrar a Oreste. El enfrentamiento entre ambos transforma poco a poco la película en un drama: «a medias entre la tragedia griega y el western…la larga, increíble secuencia en que Felice y Don Luigi entran en los callejones prohibidos de la Santità, hacia el refugio de Oreste, observados por ojos invisibles y omnipresentes, parece el viaje de John Wayne hacia el campamento de Cochise, en Fort Apache» (mymovies.it)  

Hermosísima película, «Nostalgia[1]», adaptación de la novela homónima de Ermanno Rea, es un interminable deambular por la ciudad peligrosa y la memoria, un  viaje onírico en el que la camorra sirve de fondo a la búsqueda que el protagonista hace de su pasado, escindido entre dos identidades y dos temporalidades: «un paseo melancólico que preludia el misterio y la tensión» (Anthony Jammot, France Télévisions). Un drama en el que imperan los fantasmas de otro tiempo, una inmersión en la Nápoles ancestral, la ciudad que no es como  ninguna otra.

  1. «Nostalgia» se estrena en los cines madrileños el viernes 9 de diciembre de 2022. 
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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