La ciudad que será nombrada Capital Europea de la Cultura en 2027 (CEC2027) para representar a Portugal será elegida entre cuatro candidatas, el próximo miércoles 7 de diciembre en Lisboa.
Las localidades de Aveiro, Braga, Évora y Ponta Delgada fueron preseleccionadas para este tramo final tras presentar su candidatura una lista de doce ciudades que optaban a este título.
De las citadas, son dos las que además tienen consideración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: el centro histórico de Évora desde 1986 y el Santuario del Bom Jesus do Monte de Braga en 2019.
La preselección, hecha pública el pasado mes de marzo, ya es un logro positivo y puede generar importantes beneficios culturales, económicos y sociales, siempre que la propuesta forme parte de una estrategia de desarrollo a largo plazo orientada hacia la cultura.
Un panel de expertos independientes que está terminando de conocer y analizar los cuatro proyectos decidirán finalmente la urbe que se alce con este título tras oír las cuatro propuestas el martes 6 de diciembre en Lisboa.
La elección de la ciudad ganadora está a cargo de un jurado compuesto por diez expertos independientes, nominados por las instituciones europeas, entre los que Portugal eligió dos.
La Capital Europea de la Cultura lusa obtendrá veinticinco millones de euros y la compartirá con la ciudad letona de Liepāja.
En 2027, Portugal tendrá una Capital Europea de la Cultura por cuarta vez, después de Lisboa, 1994, Oporto, 2001 y Guimarães, 2012.
Aunque no hay encuestas al respecto, si hay un estudio que augura que será Aveiro la elegida.
Braga es de las cuatro la que tiene un perfil más cercano a la Euroregión norte de Portugal-Galicia, destacando que sería la Capital de la Cultura del Eje Atlántico, ya que 2027 es Año Jacobeo en España con lo que se pueden unir ambos acontecimientos. De hecho, el actual líder de la oposición, Alberto Nuñez Feijoó, apostó por esta candidatura cuando era presidente de la Xunta de Galicia.
Hay que recordar la importancia religiosa de Braga en Portugal, considerada la ‘Roma portuguesa’ por el alto número de iglesias existentes en la localidad, que alberga una Universidad Católica además de la pública del Minho. De hecho su candidatura lleva como lema ‘Tiempo de contemplación’. Más del 85 por ciento de los proyectos abarcan el norte portugués y un 45 por ciento son en cooperación con Galicia.
Évora es una candidatura que se basa en tres ejes, herencia cultural, intangibilidad y biodiversidad. También cuenta con la creación de proyectos de artistas y organizaciones locales promoviendo el tejido cultural y un cluster de industrias culturales y creativas en Évora y todo el Alentejo central. Se basa además en la palabra portuguesa «vagar», expresión tipicamente alentejana.
En cuanto a las infraestructuras se menciona que en 2023 se espera concluir la línea de alta velocidad ferroviaria entre Évora y Elvas, justo en la frontera con Badajoz.
La sede del Gobierno autónomo de las Azores, Ponta Delgada, es la única fuera del Portugal continental y basa su propuesta en la coincidencia con los seiscientos años del descubrimiento del archipiélago que tuvo lugar en 1427.
Además, la ciudad quiere mostrar su importancia en la economía, las artes, gastronomía y como irradia la cultura de Azores a todo el mundo.
Por su parte, Aveiro es denominada la capital del Arte Nova de Portugal, gracias a la figura del arquitecto Francisco Augusto da Silva Rocha (1864-1957), quien fue llamado ‘el Gaudí portugués’.
Entre sus atractivos, además de sus edificios modernistas, el antiguo barrio de Beira Mar así como sus moliceiros (embarcaciones típicas) de llamativos colores que recorren sus canales por lo que es también denominada la Venecia portuguesa.
El escritor Gonçalo M. Tavares apoya esta candidatura y la presentó recientemente en el Teatro Aveirense dentro de un proyecto denominado Barrio Europa.
La ciudad lusa está hermanada con la salmantina Ciudad Rodrigo.