Los años sesenta del siglo veinte pasaron a la historia como «la década prodigiosa» de aquel periodo. Recuperada de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad comenzaba a vivir una existencia que trataba de dejar atrás los malos recuerdos y las penurias y se esforzaba en disfrutar de las ventajas que ofrecían la sociedad de consumo y la cultura de masas.
Fue la década de Los Beatles y la música pop; la de los hippies, herederos del espíritu bohemio de los beats de Jack Kerouac; de la sicodelia, encarnada en la música de grupos de la costa oeste de los EE.UU. como Love, Grateful Dead, Jefferson Airplane y los Doors, de las drogas que provocaron la muerte de Brian Jones, de Jimi Hendrix y de Janis Joplin; fueron los años de la minifalda de Mary Quant, del Pop-art y de las películas de la Nouvelle vague y el Agente OO7, de la revolución sexual, el Mayo del 68 y la Primavera de Praga, de la llegada del hombre a la Luna.
Pero también tuvo su lado oscuro en la guerra fría y la amenaza atómica, en la crisis de los misiles de Cuba, en la guerra de Vietnam, que atravesó toda la década sembrando muerte y destrucción, de los asesinatos de los Kennedy, Martin Luther King y Che Guevara, de la trágica revolución cultural china, de la lucha por los derechos humanos y contra la segregación racial, de la matanza de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas de Ciudad de México.
La cultura de aquellos años se integraba en un movimiento sobre todo joven, porque fueron los jóvenes quienes tomaron la iniciativa en las modas, las costumbres, la cultura (y la contracultura), expresiones que giraban alrededor de nuevas manifestaciones artísticas cuya principal característica era la ruptura. De todo aquello quedaron para la posteridad miles de fotografías, algunas icónicas, representativas de lo que ocurrió a lo largo de aquellos diez años que cambiaron el mundo.
Una exposición en Madrid reúne ahora muchas de aquellas imágenes que ilustraron periódicos y revistas y que sirvieron para portadas de libros, carátulas de discos, afiches publicitarios y posters de colores deslumbrantes que decoraban los dormitorios de aquellos jóvenes que hacían también una revolución cultural, ésta profunda y pacífica.
Hay aquí obras de grandes fotógrafos como Diane Arbus, Eve Arnold, Graciela Iturbide, William Klein, Alberto Korda, Irving Penn, Richard Avedon, René Burri, Larry Burrows, Josef Koudelka o los españoles Ramón Masats, Xavier Miserachs… y decenas de otros menos conocidos como los de Japón, el otro epicentro cultural de aquella década junto a Londres y Ámsterdam.
Fotografías que desde las páginas de los periódicos y las portadas de discos han pasado a ocupar los libros de Historia y a colgar de las paredes de grandes museos del mundo.
- TÍTULO. Fotografía pública. Los años sesenta
- LUGAR. CentroCentro. Madrid
- FECHAS. Hasta el 2 de octubre