Los líderes sindicales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, reclaman trabajar en medidas para un escenario de «economía de guerra» cuyo eje principal sea la puesta en marcha de un plan estratégico para la energía, un plan de reindustrialización, actualización tecnológica y digitalización, y un empuje a la Formación Profesional.
Álvarez ha reclamado la creación de una empresa estatal de producción de energía, que permita competir en condiciones de equidad y una revisión de las fuentes energéticas. Sordo ha insistido en que hay que caminar hacia energías verdes, con más renovables y menos fósiles.
Para el líder de UGT los márgenes de beneficio que hasta ahora tienen las eléctricas son «pura usura» y con ellos están «robando a los ciudadanos». Para Álvarez, la única forma de devolver estos excedentes a la ciudadanía es una tasa impositiva de, al menos, un diez por ciento que no es abusiva y que incluso podría quedar corta. Para UGT, frente a la usura y a los oligopolios, los gobiernos tienen que actuar.
Desde CCOO, Unai Sordo defiende que en la situación de emergencia que vive España, hay que actuar desde el impuesto de sociedades con, al menos, un tipo mínimo sobre el bien contable para que nadie pague menos de un quince por ciento. Con ello, el Gobierno conseguiría un montante adicional de recaudación de siete mil millones de euros. También ha pedido trasvasar los excedentes empresariales a los salarios.
En el curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre sostenibilidad y digitalización como palancas de recuperación económica, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), los sindicatos han advertido que no hay posibilidad de firmar convenios a la baja, y si no se suben los salarios la conflictividad crecerá después del verano. Insisten en el mensaje de que no pueden pagar la crisis solo los trabajadores. Sordo cree que exagerar la nota en políticas económicas convencionales, con fórmulas como contención de salarios y subidas de tipo de interés, como únicas palancas para contener la inflación pueden tener «efectos letales si se pasan de frenada».
Reindustrialización
Hay que volver a «tirar los dados» para reactivar los elementos de producción, ha dicho Sordo. El planteamiento de los dos principales sindicatos es, por tanto, acometer un cambio de paradigma en la producción. Recuperar y potenciar la industria, incorporando actualización tecnológica y digitalización, así como la formación profesional en el entorno laboral.
Su argumento, que los países industrializados están esquivando mejor los efectos de la crisis sobre los ciudadanos, ya que pueden seguir manteniendo su actividad productiva y tienen mayor capacidad de generación de riqueza con la exportación, sin renunciar al sector servicios.
Con la llegada de la democracia se empezó a abandonar la industria y se dejaron a un lado los sectores de producción de bienes. Se apostó por una política de bajos salarios, bajos impuestos y una legislación laboral laxa: España perdió capacidad estratégica y se convirtió en un país subalterno.
Ahora, hay que reactivar los elementos de producción teniendo en cuenta que hay que incorporar tres elementos fundamentales, a juicio de CCOO: la digitalización, la robotización, pero procurando que no se pierdan puestos de trabajo, y un cambio en las fuentes energéticas hacia energías verdes.
Todo ello con cuidado de no provocar nacionalismos y autarquías, pero huyendo de un exceso de globalización que nos bloqueó durante la pandemia, por ejemplo con el desabastecimiento de equipos de protección individual, o con la guerra de Ucrania que nos ha llevado a, utilizando un simil cinematográfico, estar «bailando con lobos», ha reflexionado Sordo.
Para los sindicatos, lejos de ser un inconveniente esta coyuntura y los fondos europeos que se han generado tras la pandemia, son una oportunidad para inversiones estratégicas por parte de las empresa y para cambiar el modelo productivo y hacer una nueva política de desarrollo industrial siempre en condiciones de igualdad y sostenibilidad, no para inversiones y movimientos de tipo especulativo.
