El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta, por primera vez en España, una selección de cartas y postales escritas por pintores como Delacroix, Manet, Degas, Monet, Van Gogh, Gauguin, Matisse, Juan Gris, Frida Kahlo, Lucian Freud, pertenecientes a la colección de Anne-Marie Springer. Ocasión única para conocer las reflexiones, opiniones y sentimientos de artistas que aún usaban el medio epistolar para comunicar su lado más intimo.
El género epistolar tuvo considerable importancia en siglos pasados, son famosas la cartas de Abelardo y Eloisa, del siglo trece, precursora de obras epistolares como las de Rousseau, Madame de La Fayatte, Goethe y Napoleon. En este caso son postales, cartas de artistas, con expresiones de ideas que los pintores ilustraban con pequeños bocetos, o defensas del arte, o referencia a hechos históricos, sentimientos que afloran y rasgos de la personalidad de estos notables.
A través de la literatura el lector descubre a sus pintores en una faceta más íntima y donde imagen y texto se entrelazan.
La selección de cartas y postales se ha llevado a cabo respetando el criterio que dio origen a esta singular y especial colección. Hay cartas que fueron escritas en tiempos de guerra por Egon Schiele, Fernand Léger, así como hay cartas de amor, felicidad, contemplación y práctica artística.
En la última década ha habido una «Mirada» hacia los coleccionistas, como mecenas contemporáneos, guardianes de patrimonios artísticos y existen estudios sobre el coleccionismo y las diferentes tendencias de los coleccionistas. En el caso Anne Marie Springer, su interés por coleccionar cartas y postales de artistas surgió al ver un manto de olvido sobre el uso de las breves notas o cartas que fueron tan importantes en siglos pasados, desplazadas por el internet, la computadora, los email, los mensajes de texto, los celulares. En el afán de preservar para la hija de Springer, Zoe, un lenguaje personal, caligráfico, privado, con el soporte del papel y no virtual, la señora Springer concibe esta colección donde aflora a través de la letra humana, el sentimiento y una mezcla de arte y literatura.
En una entrevista, la dama norteamericana recuerda la emoción que significó para ella cuando vio en un catálogo de subasta la carta de amor de Napoleón a Josefina. Dada la importancia que fue adquiriendo su colección fue exhibida en la prestigiosa Fondation Martin Bodmer de Ginebra. Anne–Marie explica en el catálogo de la muestra del Museo Thyssen como concibió y formó esta rara colección. Cuando su hija nació en 1994 se cuestionó qué imagen del mundo y de nuestra sociedad se formaría al hacerse mayor. La niña nacía en la era del internet y los testimonios por escrito estaban desapareciendo.
«El contacto con esas cartas le permitiría familiarizarse de manera menos teórica que en sus estudios, con la historia, el arte y la cultura. En última instancia, he aprendido yo tanto como ella», confiesa la coleccionista. Con esta sensibilidad alerta fue interesándose especialmente en pintores porque comprobó cómo en algunas de estas cartas estaba el germen de su obra, la honestidad de sus ideas y convicciones pero también de sus dudas.
Lo novedoso de esta exposición[1] es que se nos presentan los textos epistolares acompañados de las obras de los artistas que pertenecen a la Colección Thyssen.
La más antigua de estas cartas es la de Thèodore Gericault, quien mantuvo una correspondencia con madame Trouillard. Otra carta singular es la de Gala a Paul Eluard, a quien había conocido en un sanatorio suizo en 1912, con apenas diecisiete años. La Guerra los separó hasta que en 1916 Gala viajó a Paris desde Rusia para encontrarse con Eluard. Gala se casó más tarde con Salvador Dali.
Otra pareja que hizo historia por su apasionado y controversial romance es Frida Kahlo y Diego Rivera, de la cual también hay testimonio por una misiva.
La queja de Claude Monet a su amiga Alice Hoschele, en la carta del 3 de marzo de 1895, frente al paisaje nevado que le impide pintar:
«Durante dos días, pese a muchas tentativas, todas infructuosas, he intentado en vano trabajar, pero acabamos cubiertos tan de prisa de nieve, yo, mi paleta y mi tela, que es imposible: y es como volverse loco de rabia estar delante de cosas tan bonitas y no poder hacer nada».
Este encuentro de las cartas y las pinturas es casi mágico. Es como estar escuchando al artista mientras pinta su obra, como si uno fuera un testigo secreto que participa de la pincelada que la carta impulsa. Caligrafía y pincelada se unen.
El profesor Guillermo Solana, director del Museo, nos dice en el prólogo:
«Cada línea nos permite vislumbrar un momento, un pequeño fragmento de vida, y a la vez nos hace conscientes de todo lo que ignoramos detrás de ese momento, una inmensidad sospechada y desconocida»
Y mas adelante añade: «Entre las más de dos mil cartas que Anne-Marie Springer ha reunido desde que comenzó su colección en 1994, la comisaria de esta muestra ha elegido treinta y tres misivas de artistas para emparejarlas con casi una veintena de cuadros de nuestra colección en distintos espacios del museo. Lo que dice un pintor en una carta puede enseñarnos muchas cosas sobre su pintura, pero a veces lo mas revelador es la escritura, los trazos de pluma en los que reconocemos la misma mano que maneja el pincel».
Estas cartas de artistas de la colección de Anne Marie Springer se exhiben en el Museo Thyssen, en diálogo con obras de estos y otros artistas de la colección permanente del museo. Una original propuesta que permite acercarnos a los artistas como autores de cartas y apreciar su lado íntimo y personal con el dibujo y su propia grafía y redacción. Estas cartas nos sumergen en la vida de los protagonistas de la historia del arte de los últimos siglos. Son cartas dirigidas amigos, amigas, amantes, familiares, u otros pintores y en ellas expresan sus emociones y sus ideas, una manera de penetrar su mundo creativo y su entorno personal.
Cartas a mano se enlazan con las pinturas de la Colección del Museo Thyssen, de estos artistas, calígrafos, amantes, escribientes de un momento único en su vida. Pintura y literatura, obra y correspondencia entrecruzadas, otra «Mirada« para interpretar la historia del arte y sus creadores.
La exposición estará abierta del 30 de mayo al 25 de septiembre de 2022.