En estos tiempos de pandemia COVID-19 podemos decir que quienes estamos vivos vamos sobreviviendo después de la primera ola, la segunda… pues bien ya estamos en la séptima con un virus al que le dan igual las estaciones. Así, él sí circula libremente y a su antojo, se le dan tantos medios y posibilidades, que debe estar tan contento entre unos y otras…
Con el libre mercado al llegar la crisis de 2008, se nos decía que los mercados tenían que estar tranquilos y como consecuencia contentos, ahora en 2022 al son de “la libertad de la gente”, el que está tranquilo y contento es el virus infectando y reinfectando a diestro y siniestro, matando a personas y lisiando a otras muchas.
Las consecuencias de los contagios a tutiplén y hospitalizaciones es la ralentización de la sanidad pública, por lo que la asistencia necesaria para otras patologías, otras dolencias… en las que la rapidez es primordial, no parece que quede “tan libremente garantizada”.
Por tanto, sI la libertad para contagiarse y conseguirlo rápidamente, fuese directamente proporcional a la libertad para elegir hospital y médico especialista, igual de velozmente y lograrlo, entonces, sólo entonces, parecería que podría haber libertad…
Me gustaría estar tan tranquila como los mercados con la crisis del 2008, y ser tan libre como el covid-19 desde 2020.