Médicos Sin Fronteras (MSF[1]) advierte que mientras todos los ojos están puestos en las fronteras orientales de Europa por la invasión de Ucrania, en las últimas semanas más de cien personas han perdido la vida en el Mediterráneo Central en dos trágicos naufragios que son consecuencia directa de las mortales políticas de la Unión Europea y sus Estados miembros hacia las personas refugiadas y migrantes.

En la misma semana, al menos 130 personas fueron interceptadas y devueltas a Libia, donde con toda probabilidad se enfrentarán de nuevo a los abusos y torturas ampliamente documentados que se producen en los centros de detención libios.

MSF condena la negligencia de Italia y Malta para ayudar a los barcos en peligro y la indiferencia de la Unión Europea y sus Estados miembros ante el creciente número de fallecidos y ante la continua violación de los derechos humanos en el Mar Mediterráneo.

El equipo a bordo del buque de búsqueda y rescate de MSF, el Geo Barents[2], llevó a cabo una operación crítica en aguas internacionales durante la tarde del 29 de marzo, en la que rescató a 113 personas que viajaban en una lancha neumática sobrecargada y a la deriva.

Muchas de las personas que iban a bordo cayeron al agua durante la operación de salvamento y otras quedaron inconscientes debido a la inhalación de combustible. El difícil rescate duró casi dos horas, pero afortunadamente no hubo que lamentar víctimas mortales; todas las personas que iban a bordo de la lancha pudieron ser transferidas de manera segura al Geo Barents, donde recibieron cuidados y atención médica.

«Nuestro equipo médico trató a muchas personas que presentaban síntomas de hipotermia y también atendieron algunos casos graves que necesitaron de ventilación inmediata y oxigenoterapia debido a la intoxicación por combustible», explica Caroline Willemen, coordinadora de MSF en el Geo Barents. 

Agrega que «la mayoría de los sobrevivientes están psicológicamente afectados por la dura travesía en el mar, por el miedo que pasaron al ver el estado en el que se encontraba la lancha y por la situación crítica que se vivió durante el rescate. Un tercio de las personas rescatadas son menores no acompañados, varios de ellos menores de quince años».

El Geo Barents está actualmente a la espera de que se asigne un puerto para desembarcar a todos los supervivientes en un lugar seguro.

El 31 de marzo, dos días después del rescate efectuado por el Geo Barents, cuatro niños y siete mujeres fueron encontrados muertos en otra lancha neumática abarrotada, después de pasar varias horas a la deriva frente a las costas de Libia, según lo que se sabe hasta ahora. Los 126 pasajeros restantes fueron interceptados por la guardia costera libia seis horas después de que se emitiera la llamada de socorro. Todas las personas sobrevivientes fueron devueltas a Libia, de donde habían intentado huir y, aunque no disponemos de más información, lo más probable es que ahora estén detenidas. 

Dos días después, el 2 de abril, más de 90 personas murieron después de pasar al menos cuatro días en el mar intentando alcanzar Europa. Las causas exactas de su muerte se desconocen. Cuatro personas sobrevivieron y fueron rescatadas por el petrolero comercial Alegría 1.

El equipo de Médicos Sin Fronteras a bordo del Geo Barents, que monitorea la región en busca de barcos que necesitan rescate, escuchó una conversación de radio en la que un avión de labores de búsqueda y rescate dio instrucciones al petrolero para proceder el rescate. El equipo de MSF se puso en contacto de inmediato con el Alegría 1 para ofrecer asistencia médica a los sobrevivientes, solicitar que cumpliera con las obligaciones legales y marítimas, y que se transportara a los sobrevivientes al lugar seguro más cercano. El Alegría 1 ignoró las solicitudes de MSF y continuó su camino hacia Libia.

«Nuestras repetidas ofertas para proporcionar asistencia a los cuatro sobrevivientes y nuestra petición de no devolver a la gente a Libia fueron ignoradas», dice Willemen: «Estas personas huyeron del infierno de Libia y luego presenciaron la muerte de decenas de personas mientras navegaban a la deriva durante varios días en el mar, sin recibir ningún tipo de ayuda. Después de este calvario inimaginable, han sido condenados a ser devueltos a Libia, volviendo a entrar en el círculo vicioso de violencia, extorsión y abuso del que intentaban escapar». 

Haciendo un llamamiento a la Unión Europea para que actúe, Willemen dice: «Instamos a Frontex y a otros aviones y buques europeos presentes en la zona a que revelen las circunstancias de estos trágicos acontecimientos. La retirada de la UE y sus Estados miembros de las operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo y su apoyo a la guardia costera libia son la raíz principal de todas las muertes y violaciones de los derechos humanos que se producen en el Mediterráneo central. ¿Cuándo pondrá fin Europa a esta tragedia y asumirá su responsabilidad de proteger las vidas de estas personas en lugar de preocuparse solamente de proteger sus fronteras?».

  1. MSF ha estado llevando a cabo actividades de búsqueda y rescate (SAR) en el Mediterráneo Central desde 2015, trabajando en ocho buques SAR diferentes (solos o en asociación con otras ONG). En total, los equipos de búsqueda y rescate de MSF en el Mediterráneo Central han asistido a más de 84.000 personas.
  2. El Geo Barents es el actual buque de búsqueda y rescate de MSF. Desde el lanzamiento de las operaciones de búsqueda y rescate a bordo del Geo Barents en mayo de 2021, MSF ha rescatado a 2453 personas y recuperado los cuerpos de otras diez personas.

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre