Imponentes montañas cubiertas de hielo y nieve, icebergs a la deriva, pingüinos, osos y zorros polares, musgos y microorganismos que resisten al frío, investigadores que trabajan en condiciones extremas, buques oceanográficos, bases antárticas… Cerca de un centenar de fotografías retratan el paisaje, la naturaleza y la investigación científica en unas regiones particularmente amenazadas por el cambio climático.

Todo ello se puede encontrar en el libro electrónico gratuito y la exposición itinerante Una mirada polar, que incluyen más de un centenar de fotografías que retratan el paisaje, la flora y la fauna de las zonas polares, así como las campañas científicas que se llevan a cabo en el ártico y el antártico.

Impulsado por la plataforma temática Polarcsic con apoyo de la Fundación General CSIC, el proyecto muestra la belleza de estas regiones remotas, tan fascinantes como desconocidas, y el importante papel que juegan en la regulación del clima del planeta. «Los drásticos cambios que están sufriendo en respuesta al aumento de temperatura global, ocasionado por el incremento en la emisión de gases de efecto invernadero, están afectando directamente a la dinámica climática, oceanográfica y ambiental tanto de los propios polos como de latitudes extrapolares», apuntan los promotores de la iniciativa. El derretimiento del permafrost en el ártico –la capa de suelo permanentemente congelada–, la aceleración en la formación de icebergs o la disminución del número de pingüinos barbijos son algunas de las consecuencias del calentamiento global reflejadas en Una mirada polar.

Tanto el libro como la exposición se componen de tres apartados. El primero de ellos, ‘La naturaleza de los polos’, se centra en la flora y la fauna, como los elefantes marinos, las focas y los pingüinos de la Antártida, los bueyes y los renos del ártico o los microorganismos que sustentan la cadena trófica en ambas latitudes. El texto explica que, aunque la biodiversidad ártica es muy alta en comparación con la antártica, en el continente helado hay zonas completamente cubiertas de musgos y líquenes.

Los bueyes almizcleros (Ovibos moschatus) son bóvidos endémicos del Ártico y representan las últimas reminiscencias de la fauna del último periodo glacial. / S. Gira

El segundo bloque, ‘Los polos y el cambio climático’, se ocupa de los efectos del cambio climático, que afecta de manera desigual a estas zonas. En concreto, el texto señala que el Ártico es la región que más se está calentando de nuestro planeta (2,5 °C durante el periodo 1912-2011). Esto incluye el agua del océano Ártico, que cada vez es más cálida, lo que conlleva una disminución del hielo durante el invierno, limitando así su enfriamiento y amplificando el proceso de calentamiento.

Pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae) sobre témpano de hielo fundiéndose a la deriva avistado desde el buque oceanográfico BIO Hespérides en 2020. / C. Escutia

La tercera parte, ‘Investigando los polos’, detalla cómo se llevan a cabo los trabajos científicos en estas regiones. Buques oceanográficos –como los españoles Hespérides y Sarmiento de Gamboa–, bases polares –como las que mantienen el CSIC y el Ejército de Tierra en la Antártida–, o tareas de recogida de muestras en condiciones extremas son algunas de las escenas retratadas.

Marcaje de nidos de pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae) en la pingüinera de Bahía Esperanza en el norte de la Península Antártica. / A. Barbosa

El proyecto ha sido coordinado por Adelina Geyer, Santiago Giralt, ambos de Geociencias Barcelona-CSIC, y Teresa Madurell, del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC.  Ha contado con la colaboración de la Asociación Española de Jóvenes Investigadores Polares (APECS Spain) y el Grupo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias y Competencias de la Universidad de Málaga (ENCIC), así como con el apoyo de la Fundación General CSIC a través de sus ayudas Cuenta la Ciencia. El libro se puede descargar gratuitamente en la web de la editorial CSIC y la exposición puede solicitarse (también es gratis) en la página de Polarcsic.

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en una publicación para profesionales, me dediqué al mundo de la solidaridad a través de un partido político, ocupándome de la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después me instalé en México. Publiqué en un par de periódicos y en una revista literaria, donde edité poesía. A través de Periodistas en Español comencé a relatar lo que sucedía allí. Tras siete años de estancia en el país azteca, en 2018 regresé a España.

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