Unicef ha hecho público este 16 de octubre 2021 un informe que debería encender las alarmas en las capitales europeas, porque indica que que el suicidio es la segunda causa de mortalidad de los jóvenes en Europa. Solo los accidentes de tráfico se cobran más vidas en el grupo de edad de entre quince y diecinueve años.
Mientras la COVID-19 sigue causando estragos, este informe –el análisis europeo[1] de la publicación de Unicef Estado Mundial de la Infancia: En Mi Mente– proporciona una radiografía de las tendencias que afectan a los niños en Europa, así como del bienestar y la salud mental de los niños y jóvenes europeos, ofrece datos inquietantes sobre el estrés que sufren los jóvenes, y aporta recomendaciones claras a los gobiernos de Europa y a las instituciones de la Unión Europea.
De acuerdo a este informe, en España, el porcentaje estimado de adolescentes de diez a diecinueve años con problemas de salud mental diagnosticados es del 20,8 por ciento (siendo del 21,4 por ciento en niñas y del 20,4 por ciento en niños). Esto deja a España como el país europeo con mayor prevalencia de problemas de salud mental entre niños, niñas y adolescentes.
«Se trata de un dato que refleja una realidad muy dura y que nos preocupa mucho», asegura Carmen Molina, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef España: «Por eso acogemos con satisfacción el plan de salud mental que el Gobierno de España ha anunciado recientemente, y que estamos seguros de que contribuirá a mejorar también la salud mental de nuestros niños, niñas y adolescentes».
La prevalencia de problemas de salud mental en los chicos y chicas de diez a diecinueve años en Europa es del 16,3 por ciento, mientras que la cifra mundial para el mismo grupo de edad es del 13,2 por ciento. Esto significa que nueve millones de adolescentes europeos de diez a diecinueve años viven con un problema de salud mental: la ansiedad y la depresión constituyen más de la mitad de los casos.
El informe también revela que el 19 por ciento de los niños de entre quince y diecinueve años en Europa sufre un problema de salud mental, un 16 por ciento en el caso de las niñas. En el tramo de diez a catorce años, el porcentaje es del 15,6 por ciento de niños, y 14,8 por ciento de niñas.
«La pandemia de la COVID-19 ha exacerbado algunos factores que ponen nuestra salud mental en riesgo: aislamiento, tensiones familiares, pérdida de ingresos», ha declarado la reina Matilde de Bélgica, en la presentación del informe de la Unión Europea en Bruselas: «Demasiado a menudo, los niños y los jóvenes se llevan la peor parte. Debemos invertir tiempo, esfuerzos y compromiso para reforzar y mejorar nuestros sistemas sanitario y social para proporcionar a cada niño acceso a bienestar mental y una infancia feliz».
«El análisis europeo ofrece una lectura sombría, pero también recomendaciones muy claras», explica Geert Cappelaere, representante de Unicef para las instituciones de la Unión Europea: «Ahora sabemos que el coste de la inacción es grande –en términos del peaje que se cobra en vidas humanas, en las familias y comunidades y a nivel financiero- pero también que hay intervenciones claras que los gobiernos nacionales, las instituciones de la UE, las familias y las escuelas pueden poner en marcha. Es ahí donde deberíamos poner el foco».
Este nuevo análisis para el resumen europeo del Estado Mundial de la Infancia: En Mi Mente indica que la pérdida anual en capital humano causada por las condiciones generales de la salud mental de los niños de cero a diecineve años en Europa asciende a cincuenta mil millones de euros.
«La pandemia de la COVID-19 es también una emergencia de salud mental que está afectando a los niños y jóvenes en toda Europa», explica la comisaria Europea Stella Kyriakides: «Una verdadera Unión Europea de la Salud contribuirá a invertir donde más se necesita: para promover una salud mental positiva y acceso a apoyo para nuestros niños, que son el futuro de Europa».
Junto a las inversiones en cuidado infantil y crianza de calidad, así como medidas enfocadas en la familia en todos los ámbitos, Unicef identifica cinco intervenciones prioritarias clave para las instituciones europeas y los gobiernos nacionales:
- Intervenciones de apoyo para facilitar a los grupos vulnerables el acceso a servicios de atención sanitaria de salud mental y mejorar las infraestructuras regionales.
- Incluir el acceso a los servicios de salud mental en planes nacionales de acción, incluyendo las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales y online para reducir la brecha en el acceso al apoyo a la salud mental.
- Proporcionar en la escuela programas de concienciación y habilidades de ayuda emocional para los adolescentes, integrar los servicios de asesoramiento de salud mental, formar a los profesores y el personal, crear espacios seguros en los que los niños hablen y compartan. Complementarlo con programas de crianza positiva que prevengan la violencia doméstica. La UE debería apoyar la incitativa «seguro para aprender»” para acabar con la violencia en las escuelas, de manera que los niños sean libres para aprender, prosperar y perseguir sus sueños.
- Invertir recursos adecuados para formar a los trabajadores sociales y sanitarios en salud mental, para apoyar los servicios destinados a los niños migrantes.
- Incorporar acciones específicas sobre bienestar psicosocial y salud mental en la ayuda oficial para el desarrollo dedicada al desarrollo humano, así como en los programas humanitarios para la preparación, respuesta y recuperación para abordar las necesidades de todas las poblaciones afectadas por emergencias, incluida la protección infantil durante las crisis humanitarias.
- Listado de países incluidos en este cálculo: Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. La cifra se refiere a dólares de paridad de poder adquisitivo.
- Las estimaciones de las causas de mortalidad entre adolescentes se basan en los datos de las Estimaciones Integrales de Salud de 2019 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las estimaciones sobre la prevalencia de problemas mentales diagnosticados se basan en el Estudio de la Carga Global de las Enfermedades de 2019 del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME).