De origen irlandés pero español y madrileño de adopción, el escritor y reputado hispanista Ian Gibson ha acompañado con su presencia la proyección de la película documental «Donde acaba la memoria» de Pablo Romero Fresco, en el festival de Cans en Galicia.
Centrado en la personalidad de Ian Gibson y en su formidable trabajo de investigación en torno a tres grandes figuras de la cultura hispana: Lorca[1], Buñuel y Dalí, el documental de Romero reúne los testimonios del propio Gibson y de una veintena de personajes ligados de una forma u otra a ese trabajo de memoria histórica.
En el origen de este documental se sitúa el proyecto inacabado de Gibson y de Mike Dibb de hacer una película documental sobre Luis Buñuel, que al cabo de ocho años se ha transformado en este retrato del propio Gibson empedernido hispanista irlandés, filmado por Romero Crespo. Pero como Gibson dice al comienzo, no se trata de una autobiografía, pues «nadie cuenta la verdad cuando relata su propia vida».
Al evocar la inacabada trilogía de Gibson sobre las figuras de Lorca, Buñuel y Dali, el documentalista Romero y el autor Gibson emprenden juntos un viaje siguiendo las huellas de esos tres grandes artistas, con una poderosa evocación de los crímenes franquistas, desde el valle de los caídos hasta las fosas comunes, como aquella en donde yacen los restos del poeta granadino asesinado.
Ciento treinta mil personas asesinadas y enterradas en fosas comunes por el ejercito franquista. Ocho mil ejecutados en Granada.
«Se le vio caminando entre fusiles… que el crimen fue en Granada, en su Granada», decía el magnífico poema de Antonio Machado censurado y escondido por los genocidas franquistas. «Es una vergüenza que aun no se hayan encontrado hoy los restos de Lorca», nos dice Gibson, en este alegato por la recuperación de la memoria histórica de todos esos crímenes de guerra fascistas que permanecen impunes.
El documental de Romero se abre siguiendo las huellas de Buñuel y de su película «Las Hurdes, tierra sin pan» de 1932, que denunciaba con sus poderosas imágenes la terrible miseria que existía en los años treinta en aquella región extremeña.
¿Exageraba Buñuel, o por el contrario refleja esa docuficción la realidad social de la época en esa España rural? Los habitantes de la región y otros personajes reaccionan hoy, casi un siglo después, ayudándonos a mejor comprender la obra del artista.
Desde la Alberca, puerta de las Hurdes y el testimonio del cineasta español Carlos Saura, o del crítico de cine Roman Gubern, a las Batuecas o los enjambres de las Mestas con el testimonio de Tío Picho, Ian Gibson y su amigo el cineasta británico Mike Dibb nos llevan tantos años después por esos paisajes en donde rodó Buñuel, allí donde se despeñaba una cabra en las Hurdes…
Nacidos respectivamente en Andalucia, Aragón y Cataluña, se encontraron un día en Madrid. De encuentro en encuentro, las figuras de Lorca, Buñuel y Dalí desde la residencia de estudiantes en Madrid a sus propios destinos individuales, confluyen hasta Fuente Vaqueros en donde ha centralizado Gibson sus archivos.
Formidable y emocionante trabajo de investigación histórica el desarrollado por el mas hispano de los irlandeses, que es bien resumido en este documental de Romero. «La historia comienza donde acaba la memoria de la última generación viva -afirma Gibson con su acento bien irlandés- la vida sin memoria no es nada. Nuestra memoria es nuestra coherencia, nuestra razón, nuestro sentimiento, sin ella no somos nada».
En estos días tristes en los que la extrema derecha española se dedica todavía impunemente a la apología del franquismo, el documental de Romero Fresco forma parte de ese género que el gran maestro Rosellini calificaba de cine necesario.
Frente al genocidio y los crímenes de guerra, como decían las madres de Plaza de Mayo en Buenos Aires, no puede haber, ni hoy ni nunca: Ni olvido, ni perdón.
- Su libro “La represión nacionalista de Granada en 1936 y el asesinato de Federico García Lorca” 1971, editado en Paris por Ruedo Ibérico, fue evidentemente censurado por la dictadura franquista.