Médicos Sin Fronteras (MSF) informa de que los ataques aéreos israelíes que tuvieron lugar en la noche del sábado 15 al domingo 16 de mayo 2021, mataron al menos a 42 personas, incluidas dieciséis mujeres y diez niños, además de dañar la clínica de la organización, dejando una sala de esterilización inutilizable y una sala de espera dañada. Dentro de la propia clínica, en la que se brinda tratamiento para traumatismos y quemaduras, afortunadamente nadie resultó herido.
Un trabajador de MSF que estaba presente en el momento de los ataques describió la escena como de «absoluto terror», y menciona como especialmente complicado el momento en el que «enormes explosiones sacudieron el vecindario y mujeres, niños y niñas salieron corriendo a la calle gritando y llorando».
Según el coordinador médico adjunto de MSF en Gaza, Mohammed Abu Mughaiseeb, «es muy duro ver cómo el número de víctimas civiles sigue en aumento día tras día. Cuando ayer por la mañana me acerqué a la zona y pude ver de primera mano los daños que se habían producido en el área donde está nuestra clínica, «no había nada que no estuviera dañado: casas, carreteras, árboles. En nuestras instalaciones, en las que cada año atendemos a más de mil niños con quemaduras y traumatismos, se había perdido una de sus paredes y todo estaba lleno de escombros. El edificio está ahora cerrado, no solo por los daños en su estructura, sino también porque la carretera de acceso a la clínica ha sido destruida y porque la zona aún no es segura».
De hecho, entre las 42 personas que murieron en los ataques aéreos cerca de la clínica, había dos médicos.
Un equipo de MSF está trabajando en turnos de veinticuatro horas para apoyar al personal médico en la sala de emergencias y los quirófanos del hospital al Awda, en el área de Jabalia, y está tratando una media de 40 a 45 pacientes con heridas profundas y quemaduras graves todos los días. MSF también ha donado suministros médicos a varias instalaciones médicas en la Franja durante el transcurso de la semana pasada.
Según la ONU, mientras Israel continúa con el bombardeo aéreo y de artillería sobre Gaza, más de 38.000 palestinos ya han tenido que huir de sus hogares por seguridad. Al menos 2500 personas se han quedado sin techo, incluido parte del personal de MSF. Muchos de los trabajadores de la organización que se ha visto en esta situación han encontrado refugio en los hogares de sus familiares. Para el resto, MSF ha encontrado refugios temporales.