Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han demostrado in vitro, que el fármaco Aplidin (plitidepsina), descubierto por la compañía farmacéutica PharmaMar, que actualmente se trata para el mieloma, lograría frenar la multiplicación del coronavirus HCOV-229-E (familia del Covid-19 actual que ha desatado la pandemia).
Esta medicina, que es eficaz contra el coronavirus SARS-CoV-1, es similar al nuevo SAR-CoV-2 y ciertamente se ha logrado demostrar que logra frenar la multiplicación de un tipo de coronavirus humano, pero no está probado para los casos de coronavirus mortal. Impedir la propagación del virus es alentador, según explica el equipo del virólogo español Luis Enjuanes, aunque hasta dentro de dos o tres meses no sabrán la eficacia del mismo.
En primer lugar, se deben obtener los permisos de bioseguridad para evaluar la eficacia del compuesto en el laboratorio en cultivos celulares con el SARS-CoV-2. Tras pasar la primera fase, se realizarán ensayos preclínicos en animales y, tras ver si esto funciona, pasarían a la experimentación con humanos.
Es importante señalar que el SARS-CoV-2 español muta menos que la gripe común (influenza), pero aún es pronto para saber si está cambiando la agresividad, la virulencia, o los patrones de transmisión. Según se ha estado informando estos días, desde que la pandemia asoló España, el virus está mutando pero ni más ni menos, aseguran, que en otros países.
El análisis de la primera secuencia del genoma de un coronavirus aislado de un paciente español, no revela información que no se tuviera antes. Gracias a que los grupos de investigación de todo el mundo han colgado en la base de datos más de 430 secuencias (de 40 países afectados), se está conociendo cómo debuta la enfermedad y dónde está cada afectado. Estos datos están disponibles para toda la comunidad científica y son clave para que los bioinformáticos comparen las secuencias y las mutaciones de país en país.