Incomprensión y perplejidad. De esta manera ha recibido la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de prohibir todas las manifestaciones y concentraciones feministas que iban a celebrarse el 7 y el 8 de este mes de marzo de 2021.
Los colectivos impulsores son muy conscientes de la delicada situación sanitaria que atravesamos en estos momentos, y por ello habían diseñado unos actos muy medidos y controlados con el fin de evitar grandes aglomeraciones y minimizar al máximo el riesgo de contagios, indica la FRAVM.
Por ello, no entienden la decisión de José Manuel Franco y su equipo, que sorprendentemente ha optado en esta ocasión por meter a todas las convocatorias feministas callejeras en un mismo saco, denegando el conjunto de permisos solicitados.
Ante este hecho, que atenta contra un derecho fundamental recogido en nuestra Constitución como es el Derecho de reunión y manifestación, piden al delegado del Gobierno que rectifique y permita los actos en la vía pública proyectados para celebrar una fecha tan importante como el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer.
Desde hace tiempo, las asociaciones vecinales se vuelcan con esta jornada, promoviendo todo tipo de actividades por la igualdad en sus barrios, y este año no ha sido una excepción. Debido la COVID-19, la mayoría de las actividades de esta edición son virtuales y, aquellas físicas, presentan un aforo muy limitado.
La FRAVM, que agrupa a 290 entidades de la Comunidad de Madrid, considera un «auténtico sinsentido» cancelar las concentraciones del 8M, que se iban a celebrar al aire libre y con las medidas de distancia física y seguridad sanitaria que exige el momento, a la vez que se permiten grandes eventos musicales en espacios cerrados y se alienta el consumo en bares o centros comerciales, lugares que, a menudo, tal y como ha sucedido en las semanas precedentes, con motivo de las rebajas, acogen grandes aglomeraciones.
No es de recibo, sostienen, que se cancelen ordenadas manifestaciones «mientras se amplían las terrazas de los locales de hostelería y estemos obligados a viajar, a diario, como sardinas en lata en los trenes del Metro y de Cercanías en hora punta, o que la Comunidad de Madrid no solo no decrete el cierre perimetral de la región en Semana Santa, sino que invite a los turistas a venir a visitarnos».
Con estas consideraciones, piden al Gobierno una rectificación para que no solo permita sino que facilite, poniendo todos los medios que sean necesarios, la celebración de los actos en la vía pública del 8M en Madrid.