El Sindicato de Enfermería Satse denunció este lunes, 8 de febrero de 2021, que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid sigue sin acreditar a sus enfermeras y enfermeros para que puedan prestar asistencias como vacunar de la COVID-19 o de la gripe, después de que hayan pasado 850 días desde la entrada en vigor del Real Decreto de prescripción enfermera.
Ante esta situación, que también de produce en Asturias, Extremadura, Galicia, Ceuta y Melilla, Satse considera «absolutamente incomprensible que las consejerías de Sanidad de estas comunidades autónomas sigan sin hacer la tramitación administrativa pertinente para que sus enfermeras y enfermeros cuenten con el respaldo legal necesario para poder indicar y usar medicamentos con todas las garantías y seguridad jurídica, caso, por ejemplo, de las vacunas contra el coronavirus».
«Llevamos esperando desde hace casi dos años y cuatro meses que se haga realidad el compromiso expresado por sus responsables sanitarios de cumplir lo establecido en el Real Decreto de prescripción enfermera y que las enfermeras y enfermeros de sus respectivos servicios de salud puedan hacer su trabajo con la tranquilidad de que no van a poder ser denunciados por un presunto delito de intrusismo profesional», apuntaron desde la organización sindical.
Por el contrario, Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Euskadi, Navarra y Murcia sí han reflejado en su regulación autonómica lo estipulado en el Real Decreto que regula desde 2018 en España la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de las enfermeras y enfermeros.
El Sindicato de Enfermería subrayó que, con una clara voluntad política, la tramitación administrativa para acreditar a las enfermeras y enfermeros puede hacerse en cuestión de días, por lo que «resulta especialmente criticable que las consejerías de Asturias, Extremadura, Galicia, La Rioja y Madrid no hayan encontrado el momento de hacerlo a lo largo de los 850 días que ya han transcurrido desde que el Gobierno así lo estipuló».
Añade que además «de una palpable dejación de funciones, el incumplimiento de lo establecido por la norma estatal por parte de las cinco comunidades autónomas mencionadas constata una falta de reconocimiento al desarrollo profesional a las enfermeras y enfermeros que redundará, en definitiva, en una mejora en la atención y cuidados que se merecen sus pacientes y el conjunto de la ciudadanía».
El hecho de que las enfermeras y enfermeros no estén acreditados aún para indicar, utilizar y autorizar la dispensación de fármacos, como las vacunas, supone en la práctica que cualquier persona debe tener antes una necesaria prescripción clínica lo que conlleva más lentitud, burocracia e ineficacia.