En este mundo capitalista, neoliberal y mercantil a tiempo completo, y gracias a su gran inversión en la alienación del personal, el trabajo que más abunda es centrarse en “t€n€r”, en vez de en SER, y la propia voluntad queda allá por Marte aproximadamente. Así, consumir (cualquier cosa) por modas queda en el centro de toda actividad, aunque para ello haya que hacer, pensar y sentir lo que sea que te diga que hagas este sistema de apariencias, vacío e intrascendente, para seguir beneficiándose a costa de los comportamientos manipulados de la gente.
En la cultura alienada y de la exhibición actual, lo que más prolifera y se premia es el tener un egocentrismo exacerbado, por aquello de que se exaltan actividades y cualidades aparentes de ciertas personas, que el sistema mercantil consumista aprovecha y refuerza para que influya en “la masa”, siendo fundamental la exposición a través de redes sociales. Ni que decir tiene que ese egocentrismo está vacío de todo contenido, más allá de lo que le interesa a dicho sistema mercantil.
La segunda cosa que más crece y se extiende es el narcisismo, que va de la mano del egocentrismo, el mundo soy yo, porque soy tan maravilloso y especial que me siguen tropecientos mil, influyo en chiquicientos mil y además pretendo forrarme, me estoy forrando o quiero ir a toda costa camino de ello. Mientras que lo que abunda es el paro, y el poco trabajo que hay es precario, y en vez invertir tiempo en analizar, reflexionar y demandar derechos humanos “nos vamos mejor por los cerros de Úbeda”…
NEOLIBERALISMO, TODA IDENTIDAD ES POSIBLE
Todos los gatos son pardos en la noche oscura
de esta deslumbrante sepultura,
igual se operan mamas que escroto
y creerás haber visto un choto.
Es un mundo de seso a tiempo completo
¡y de María Antonieta hoy me siento nieto!