El 25 y 28 de noviembre próximos, el guitarrista lebrijano Rycardo Moreno presentará su nuevo álbum «Miesencia» en la sala Berlanga y Teatro Flamenco de Madrid respectivamente.
«Miesencia» ya lleva un recorrido de preestreno y presentaciones en festivales: En la Caracolá de Lebrija 2019, en la Suma Flamenca del mismo año, en la Bienal de Sevilla 2020. En Nueva York, Chicago y Amsterdam 2021 si el virus lo permite.
Rycardo Moreno ha estado presente varias veces en nuestras crónicas, desde aquella grandiosa «Cumbre Flamenca Latin Jazz» presentada en el Baluarte de Pamplona en el Festival Flamenco on Fire 2015 con Jorge Pardo como anfitrión de Rycardo Moreno, Javier Colina, Jerry González, Caramelo, Antonio Serrano y Piraña, en un concierto de casi tres horas que se hizo corto… Le hemos reseñado en conciertos del Festival del Cante de las Minas, en aquel Djinn (duende) de Jorge Pardo en el Café Berlín de Madrid, en Al Este del Cante el trabajo de Arcángel que fue Grammy Latino 2018…
Y ahora su tercer disco Miesencia. Su vida biografiada a golpe de guitarra, de esa guitarra única por el mestizaje de su herencia gitana de Lebrija y la herencia cubana de su bisabuela, donde no falta el drama del fusilamiento de su abuelo en aquellos años oscuros por ser, como dice nuestro artista, «negro y republicano».
Tuvo suerte el joven Rycardo de ser adoptado profesionalmente por Gerardo Núñez, guitarrista y compositor jerezano de culto, ambos de ese triángulo mágico que ha sido y es la mayor cantera flamenca de España que es tanto como decir del mundo. Valía, vocación y mucho trabajo le han llevado por escenarios internacionales y ahora le traen a esta esencia personalísima que recoge las distintas texturas de su infancia con sonidos eléctricos de su guitarra flamenca contemporánea.
¿Cómo ha recreado su vida, contada con músicas en este trabajo? Pues muy a su estilo heterodoxo, sin dejar de lado la jondura que lleva grabada de nacimiento en el fondo de su alma. Y la cuenta para un público universal, él lo dice con estas palabras: «Yo, como Lorca, hago arte para los que aman sin entender».
Rycardo comenta los porqués de algunas de las piezas contenidas en Miesencia. Con La boda hace una remembranza de su abuela Pepa y de sus chaches, los primeros que llenaron de cantes sus años infantiles, desde la cuna, La soleá underground con electrónica en los teclados y percusión, es un repaso por sus tradiciones eléctricas, algo que «va a sorprender al espectador» que asista al concierto sin expectativas, abierto a cualquier cosa que suceda. Quizá hasta se sorprenda a sí mismo.
Guajira mía, ahí está la ascendencia cubana, plena de alegría, drama, sensualidad y juegos de toque tan suyos, tan descriptivos de su propia identidad, tan emocionantes. Otro recuerdo de infancia, La nana de Piter Pank por granaína jerezana, cantada en el disco por Antonio Agujetas Chico, mezcla de nana andaluza y de uno de los cuentos más mágicos jamás escritos que poblaron su (nuestras) infancias. Ni explicación necesita la Suite Lebrija Jerez siglo XXI, por bulerías, un precioso aggiornamento de las músicas históricas de dos ciudades flamencas por antonomasia.
Dos joyas musicales de repercusión mundial: Andrómeda y el adagio de Aranjuez del maestro Rodrigo y la muy popularizada por músicos del nuevo flamenco, Gnosienne nº 1 de Erik Satie, pura vanguardia impresionista musical de finales del siglo diecinueve y ahora última vanguardia en la guitarra de Rycardo Moreno.
Rycardo nos habla de las peculiaridades de su concierto en Madrid en la sala Berlanga el miércoles 25 de noviembre, algo habitual en él para que cada concierto suene diferente. Será en el marco de un ciclo titulado Flamenco y más.
En los primeros cuarenta y cinco minutos de concierto estará una parte de la banda original, con David Domínguez en la percusión. Tony Romero en teclados y la guitarra de Víctor Franco. En los segundos cuarenta y cinco minutos se espera como artista invitado a Juan Antonio Salazar, un genio que le viene de la casta de su abuelo Porrina de Badajoz, de su madre La Negra, de su tío Ramón el Portugués. Guitarrista y sobre todo, compositor de todos los grandes, lo más emocionante para él, aquel “Potro de rabia y miel”para Camarón y Paco de Lucía, cuando Camarón ya se estaba marchando.
Y el 28, en el Teatro Flamenco de Madrid adaptará su repertorio de Miesencia a dos guitarras, la suya y una segunda guitarra sin especificar. ¿Quizá repetirá la de Víctor Franco?