El 19 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama; una jornada para reflexionar acerca de la prevención de esta enfermedad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada quince segundos se diagnostica un nuevo caso de este cáncer en el mundo, es decir, una de cada ocho mujeres españolas padecerá esta enfermedad en algún momento de su vida.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres. Quizá la única vía, sean las revisiones periódicas y la autoexploración, ambas, clave para el control de este cáncer. Actualmente se puede decir, que con un diagnóstico precoz, la supervivencia supera el 90 por ciento.
Es importante que las mujeres no se culpabilicen dado que este cáncer no se puede prevenir pero puede reducirse el riesgo realizando ejercicio físico de forma regular y evitando el sobrepeso y la obesidad tras la menopausia. La edad de máxima incidencia está por encima de los 50 años pero en un 10 por ciento aparece en mujeres menores de 40 años. En 2020, se prevé diagnosticar casi 33 mil casos en España aunque se sabe que debido a la pandemia, muchas mujeres evitan ir al hospital por miedo a contagiarse de coronavirus.
Cierto es que existen factores de riesgo que determinan que pueda desarrollarse, entre los cuales están los antecedentes familiares, la edad, el tabaquismo, el alcoholismo y los cambios hormonales bruscos. Aunque este cáncer no avisa, la paciente puede autoexplorarse cada seis meses para ver cambios en las mamas. Una mamografía anual es importante a partir de los 45 años y sobre todo en aquellas mujeres que han sido madres.
En una mamografía se puede detectar cualquier anomalía antes de ser palpable hasta dos años antes. Por ello, se puede prever y así no existirán diseminaciones a ganglios u otros órganos. Realizar ejercicio físico, comer sano y acudir a las revisiones anuales son las únicas cuestiones que podemos hacer por nosotras mismas. Llegar tarde puede ser sinónimo de un trágico final y la prevención la única forma de evitarlo.