Casi la mitad de los madrileños y madrileñas (el 49 por ciento) que practican deporte de forma regular en su tiempo libre, considera que mantener una dieta saludable y equilibrada es muy importante para la actividad física que desarrollan.
Esta cifra es dos puntos inferior a la media española, que se sitúa en el 51 por ciento, y también se posiciona por debajo de otras comunidades, como Andalucía (53 por ciento), el País Vasco (56 por ciento) o la Comunidad Valenciana (56 por ciento), y sólo supera a Cataluña (48 por ciento).
En el caso de los españoles y españolas que no practican ningún tipo de deporte, la importancia de una dieta saludable se desploma hasta el 38,8 por ciento para los aficionados que mantienen actividad físico-deportiva seis o siete días a la semana.
Esta es una de las conclusiones del estudio Alimentación y Deporte 2020, elaborado a nivel nacional por el grupo de alimentación y supermercados Aldi y la Academia Española de Nutrición y Dietética, cuyo fin es analizar la relación entre actividad deportiva y alimentación, tanto para mejorar el rendimiento deportivo como para mantener unos hábitos de nutrición saludables.
El estudio muestra que siete de cada diez madrileños y madrileñas cree que su alimentación es equilibrada, incorporando todo tipo de alimentos, y sólo el seis por ciento reconoce que su dieta es poco saludable.
Estas cifras son similares a la media española, aunque el porcentaje de aquellos que consideran que llevan una dieta sana cae hasta el 60 por ciento y el de los que aseguran comer poco saludable se dobla, 13 por ciento, en el caso de los no aficionados al deporte. Respecto al porcentaje de población de la Comunidad de Madrid que afirma haber reducido o eliminado el consumo de proteína animal, éste se sitúa en el cinco por ciento, ligeramente inferior a la media española (el seis) sumando a quienes siguen una dieta vegetariana, vegana y flexitariana.
En el ámbito nacional, el 66 por ciento de los españoles y españolas aficionados al deporte cambia su dieta de forma autodidacta, sin asesoramiento profesional. En concreto, el informe revela que un 49 por ciento toma decisiones a través de la información obtenida por la prensa, redes sociales o internet, un once recurre a los consejos de amigos o familiares y un seis por ciento utiliza una app, frente a un 29 por ciento que se deja guiar por un nutricionista o dietista.
Los madrileños, deportistas natos…
La Comunidad de Madrid se sitúa entre las regiones de España donde hay más población que practique alguna actividad físico-deportiva de forma regular, con más del 70 por ciento de los madrileños y madrileñas que reconoce que practica algún tipo de deporte al menos una vez a la semana. El 62 por ciento de los encuestados lo practica entre dos y cuatro días a la semana, mientras que el once por ciento hace ejercicio entre seis y siete días semanales.
La gimnasia es la actividad deportiva favorita de los aficionados al deporte en la Comunidad de Madrid, para el 29 por ciento. Le siguen el running y el senderismo y montañismo, con un 23 por ciento. Además, un 17 por ciento de los aficionados madrileños hacen ciclismo regularmente, más de un 15 por ciento practica natación y un 12 por ciento tiene el tenis, pádel u otros deportes de raqueta entre sus deportes habituales.
…y los más sedentarios
El estudio también identifica que los madrileños y madrileñas pasan, de media, seis horas y cincuenta minutos al día sentados, una cifra superior a la media española, que se sitúa en las seis horas y veinticinco minutos, y muy superior a las cinco horas y 55 minutos de Cataluña y Andalucía. En este sentido, destaca el hecho de que el 14 por ciento de la población madrileña admite pasarse más de diez horas diarias sentados (más que en Andalucía y Cataluña, con un diez y un nueve por ciento, respectivamente), mientras que el 31 por ciento dice permanecer sentado entre tres y seis horas al día.
En el caso de aquellos que practican deporte de forma regular, la media de horas diarias sentados baja hasta las seis horas y veinte minutos, mientras que se incrementa una hora en el caso de los que reconocen no practicar ninguna actividad física, hasta las siete horas y veinte minutos.