Los picos de casos de la COVID-19 en algunos países están siendo impulsados en gran parte por personas jóvenes que bajan la guardia durante el verano en el hemisferio norte, aseguró este jueves el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus:
«Lo hemos dicho antes y lo diremos nuevamente: los jóvenes no son invencibles. Los jóvenes pueden infectarse, pueden morir y transmitir el virus a otros. Es por eso por lo que deben tomar las mismas precauciones para protegerse a sí mismos y a los demás», subrayó en la conferencia de prensa habitual de la Organización.
Tedros dijo que una de las tareas más difíciles ahora es precisamente hacerles entender a los jóvenes sus riesgos, que, según los expertos de la OMS, son más graves de lo que normalmente se cree.
«La COVID-19 causa una enfermedad inflamatoria en los pulmones, pero está demostrado que este proceso se extiende al sistema cardiovascular, a la sangre, al corazón, potencialmente a otros órganos. Entonces en muchos casos, aunque esta enfermedad sea leve, puede afectar varios órganos, y aún no sabemos cuáles son los impactos de esto a largo plazo», explicó el director de emergencias Michael Ryan.
Ryan, agregó que los científicos que elaboraron un estudio reciente en Frankfurt, Alemania, hicieron resonancias magnéticas al corazón de varios pacientes de COVID-19 que se recuperaron y nunca tuvieron que ser internados en un hospital, y hallaron grandes cambios inflamatorios en el músculo cardiaco.
El papel de las decisiones correctas
El director de la OMS recordó que la información confiable es extremadamente importante para permitir que las personas tomen las decisiones correctas para su salud y eviten contagiarse.
“Todos hemos visto el daño causado por la desinformación. Pero la información por sí sola no es suficiente. Las personas toman decisiones basadas en una amplia gama de factores relacionados con su cultura, creencias, valores, circunstancias económicas y más. Toman decisiones bajo una presión financiera y social sin precedentes, altos niveles de ansiedad y con sistemas de salud mal equipados”, señaló.
Tedros indicó que los países han estado pidiendo a sus ciudadanos que entiendan su riesgo para adaptarse, comprometerse y renunciar a ciertas cosas.
«Ante la pandemia de COVID-19, los países están utilizando una variedad de herramientas para influir en el comportamiento: las campañas de información son una herramienta, pero también lo son las leyes, reglamentos, directrices e incluso multas. Estamos aprendiendo qué funciona y qué no», acotó, diciendo que es por ello por lo que la ciencia del comportamiento es tan importante.
El director de la OMS anunció que la Organización ha creado un Grupo Técnico Asesor sobre Información y Ciencias del Comportamiento para la Salud, con veintidós expertos externos de dieciséis países, con experiencia en áreas que incluyen psicología, antropología, promoción de la salud, neurociencia, economía del comportamiento, mercadeo social y más.
Las medidas básicas son la mejor opción
Hasta la fecha se han reportado a la OMS más de 16,5 millones de casos y más de 650.000 muertes.
«Si observamos esos números, hay algunas lecciones importantes. Críticamente, la mitad de los casos a nivel mundial se encuentran en tres países, y la mitad de las muertes se encuentran en cuatro. Entonces, aunque estamos lidiando con una pandemia global, no todos los países están experimentando brotes grandes e incontrolados», aclaró Tedros.
«Sabemos que tomar las medidas correctas funciona. Las medidas básicas necesarias para suprimir la transmisión y salvar vidas siguen siendo las mismas: encontrar, aislar, evaluar y atender casos; y rastrear y poner en cuarentena a sus contactos. Manténgase alejado de los demás, lávese las manos, evite áreas abarrotadas y cerradas, y use una mascarilla. Cuando se siguen estas medidas, los casos disminuyen, cuando no, los casos suben», explicó.
Tedros dijo que los países y comunidades que han seguido este consejo con cuidado y de manera consistente están teniendo resultados.
«Nunca es demasiado tarde. Incluso las grandes epidemias pueden revertirse. Quiero enfatizar nuevamente que, si bien las medidas de confinamiento pueden ayudar a aliviar la epidemia, no son la respuesta por sí solas», reiteró, diciendo que estas solo reducen los brotes a un nivel manejable para que se puedan tomar otras medidas de salud pública.