Entre el Ingreso Mínimo Vital y los problemas de los mil millonarios

El Gobierno de España aprobaba el pasado viernes el decreto-ley que regula el llamado Ingreso Mínimo Vital, que ayudará a más de dos millones de personas. La cuantía irá de los 462 a los 1015 euros mensuales, y supondrá un coste en torno a los tres mil millones de euros. Junto a esta noticia, tengo aquí otra de la revista Forbes, la conocida biblia de la gente muy rica, por la me entero de que los mil millonarios, es decir, la gente que tiene mil millones de dólares, o más, están preocupados porque ahora ya son más pobres.

Como podrán comprobar, nunca llueve a gusto de todos. Pero examinando las dos noticias uno saca a sus propias conclusiones, y la primera es que, sin necesidad de tirar de los postulados de Marx, en la sociedad actual pasa algo gordo, muy gordo. Porque hay cerca de un millón de familias en España que no tienen ni para comer, sabiendo además que este tipo de ayudas existe también en más de veinte países de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Francia, Italia. Es decir, que también son millones de personas las que necesitan ayuda para seguir viviendo un día tras otro.

Lo que ya mueve a la hilaridad, por no decir al vómito, es la opinión que tiene la ultraderecha española representada por Vox sobre este Ingreso Mínimo Vital. Para la formación de Abascal, se trata de una «táctica bolivariana, comunista», para tener a las personas controladas. Pero si aplicamos esta tesis a países que ya tienen implantado este tipo de ayudas, cabría deducir que políticos como Angela Merkel, Emmanuel Macron o Giuseppe Conte deben ser unos «comunistas bolivarianos» peligrosos.

Lo de los mil millonarios de Forbes es otra historia. Según alumbra luz sobre nuestra penumbra económica un reportaje titulado «Los más ricos del mundo», correspondiente al mes de mayo de 2020, «Las personas más ricas de la Tierra no son inmunes al coronavirus. A medida que la pandemia se fue apoderando de Europa y América, los mercados de valores mundiales se desplomaron, arrastrando muchas fortunas…».

Total que a mediados de marzo, y según sigue explicando la mencionada publicación, el mundo contaba con 2095 mil millonarios, esto es, «58 menos que hace un año, y 226 menos que solo doce días antes, cuando inicialmente se calcularon estos valores netos…». Parece ser que lo más preocupante para los afectados, es que de los multimillonarios que quedan, el 51 por ciento son más pobres que el año pasado.

Por si usted tiene algún familiar o amigo entre estos mil millonarios que ahora son más pobres según la mencionada publicación, permítanme darle algunos nombres, con su renta familiar: Jeff Bezos (Amazón): 113.000 millones de dólares. Bill Gates (Microsoft): 98.000 millones. Bernard Arnault y familia (LVMH): 76.000 millones.

Barrren Buffett (Berkshire Hathawwy): 67.550 millones. Larry Ellison (Software Tecnlology): 59.000 millones. Amancio Ortega (Zara Inditex): 55.100 millones). El último de la lista de esta gente ahora menos rica, con el número 48, es un tal Gerard Wertheimer (Chanel), que solamente posee el hombre 17.100 millones de dólares.

Algunos podrán acusarme de mostrar dos mundos totalmente diferentes para llamar la atención. Pues sí, ciertamente, porque soy periodista y porque vivo en este mundo donde las desigualdades son tan grandes, tan clamorosas, que mientras unas personas tendrán que recibir un Ingreso Mínimo Vital para intentar subsistir, otras seguirán siendo mil millonarias preocupadas porque tal vez mañana lo sean un poco menos. A cada cual, lo suyo.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha siete libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», «Memoria Histórica. Para que no se olvide» y «Una Transición de risa». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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