Desde el 16 de noviembre de 2010, en que la UNESCO declaró al Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, este día se ha convertido en el Día del Flamenco. Una fecha para celebrar y para recordar que este hecho cultural exclusivamente español, ya era desde más de un siglo antes de esta fecha una realidad cultural de rango internacional.
El flamenco fue construyéndose poco a poco, desde antes que empezara a darse a conocer por artistas con nombre propio, los primeros hacia mediados del siglo dieciocho en el barrio de San Miguel de Jerez de la Frontera, barrio de Santa María de Cádiz y Triana. En el diecinueve barrio de Santiago de Jerez, La Viña de Cádiz, en todo el resto de Andalucía, en Huelva, Córdoba, Jaén, Málaga, Granada y Almería. En las zonas mineras de Cartagena y La Unión y Levante.
Primero fueron los cantes, cantes de fragua y gañanías, cantes mineros, cantes para expresar el sufrimiento y las miserias, cantes para alegrar tristes circunstancias de vida. Cantes y bailes a compás de palmas y nudillos, antes de que la musicalidad de la guitarra flamenca fuera abriéndose camino tanto en el acompañamiento como, con mucha dificultad, en el concierto.
El siglo diecinueve es el siglo clave para la estructuración del flamenco y también para su expansión por toda España tras la aparición de los cafés cantantes y su incursión con dificultades en los teatros. Hay dos figuras clave en la profesionalización del flamenco y su consideración como categoría: El jerezano del barrio de San Miguel don Antonio Chacón y el guitarrista madrileño don Ramón Montoya, los dos primeros flamencos con Don.
El ferrocarril, la radio, los soportes magnéticos de grabación, los barcos a vapor, aceleran la internacionalización del flamenco. Muy importante el flamenco americano, los llamados cantes de ida y vuelta. El baile, el elemento más visual del flamenco va a ser muy potente en la expansión del flamenco fuera de España.
La Argentinita, Carmen Amaya, Vicente Escudero, Antonio Ruiz Soler van a conseguir que el flamenco sea mucho más apreciado como hecho cultural de primerísima categoría, fuera de España, que en España. Ellos abren el camino hacia Europa y todo el continente americano, incluido Estados Unidos, donde no solo vamos a tener artistas residentes, como el guitarrista Sabicas, también artistas flamencos nacidos allá, como el norteamericano José Greco. Las hermanas Borrull quienes junto a un hermano de Rita Hayworth fundan el Grupo Cansinos y Trini Borrull funda con Alicia Alonso el Ballet Español de Cuba.
En el siglo veinte, el Concurso de Cante Jondo de 1922 promovido por el compositor Manuel de Falla y el poeta Federico García Lorca en Granada; los concursos de radio, los tablaos desde los años cincuenta del siglo, verdaderas escuelas de artistas, las academias, los primeros festivales y la revolución llevada a cabo desde los años setenta por artistas como Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente, Lole y Manuel, con la inclusión de «letras cultas» en los cantes flamencos.
Letras de poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández y sobre todo del poeta y dramaturgo Federico García Lorca, incluida su obra poética surrealista de «Poeta en Nueva York» por Enrique Morente, representan el principio de un vanguardismo que no ha cesado de evolucionar desde entonces y que por mencionar algunos nombres, evidentemente no todos, las cantaoras Carmen Linares, Rocío Márquez, Esperanza Fernández, Rosario la Tremendita, Naike Ponce o El Niño de Elche, los guitarristas Cañizares con sus transcripciones a la guitarra de obras compuestas para piano; Tomatito, Vicente Amigo, Daniel Casares, Gerardo Núñez, Rafael Riqueni y su sobrino el joven Joselito Acedo. La consagración de la guitarra flamenca femenina con Antonia Jiménez. En el baile y la coreografía Isabel Bayón, Andrés Marín, Israel Galván, Alfonso Losa, La Lupi, Rocío Molina, Patricia Guerrero, Rafaela Carrasco, Ana Morales y que me perdonen los no nombrados.
El empoderamiento de la mujer artista flamenca, emprendedora y empresaria de sus propios espectáculos es un hecho consolidado ya en este milenio. Quedan muy lejos los impedimentos familiares y sociales para que tantas artistas flamencas crecieran profesionalmente. Quedan lejos las artistas que renunciaron al matrimonio para poder dedicarse de pleno a sus carreras, como muestras La Paquera de Jerez y las hermanas Fernanda y Bernarda de Utrera.
Otro hecho milennial es la consolidación de escuelas de flamenco fuera de España, en países tan lejanos como Japón, auténtica potencia flamenca. Los talleres magistrales que se imparten durante la celebración de los festivales de Jerez, Bienal de Sevilla y Las Minas de La Unión. Se estudia flamenco en Estados Unidos y países de la América Hispana.
La categoría del flamenco como hecho cultural de primer orden ya estaba demostrada y consolidada mundialmente antes de que la UNESCO lo hiciese oficial el 16 de noviembre de 2010. Pero el reconocimiento oficial por parte de la institución cultural más influyente del mundo fue crucial y ha tenido y sigue teniendo consecuencias muy positivas.
O como dijo Enrique Morente: «La humanidad es patrimonio del Flamenco».
El Día del Flamenco de 2021 ha tenido celebraciones y expresiones muy importantes. Me quedo con la apertura del Museo Nacional del Prado al Flamenco en unión de la Asociación Nacional de Tablaos Flamencos de España (ANTFES) de la que tenemos un video para hacer historia.
Con las bailaoras Patricia Guerrero y María Moreno, la bailarina Cristina Cazorla y los bailaores Antonio Najarro, Eduardo Guerrero y Alfonso Losa, bajo la dirección de Antonio Najarro.
Y que ¡viva el flamenco! Que está muy vivo.
