Los dirigentes de la UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo, han coincidido este 1 de mayo de 2025 en reivindicar la reducción de la jornada laboral sin merma salarial hasta las 37,5 horas semanales, según el acuerdo alcanzado por los sindicatos con el Gobierno y que previsiblemente aprobará el Consejo de Ministros en las próximas semanas.
Este proyecto tendrá que pasar después por el filtro del Congreso de los Diputados, y los sindicatos han advertido ya que estarán movilizados en su defensa, porque más del setenta por ciento de los trabajadores españoles aprueba la medida y eso demuestra que es una reivindicación que trasciende las adscripciones políticas.
En ese ámbito político los dirigentes sindicales han denunciado la «ola reaccionaria» que se extiende por Europa y que en España cuenta con «caballos de Troya» en los partidos de la derecha y la extrema derecha que se dedican a criminalizar el sindicalismo y debilitar la cohesión social, a pesar de que los sindicatos tienen el mismo reconocimiento institucional que los partidos políticos.
Marcando diferencias, han acompañado a los sindicatos en esta jornada reivindicativa las ministras Yolanda Díaz (Trabajo), Mónica García (Sanidad) y Elma Saiz (Igualdad).
Aportamos este reportaje gráfico de la manifestación en la Gran Vía de Madrid de nuestro colega Julio Feo.
Boicot de la derecha regional
En unas declaraciones previas al inicio de la manifestación, la secretaria general de CCOO Madrid, Paloma López, ha denunciado que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez – Almeida, no ha cumplido con sus deberes para facilitar que la manifestación de los trabajadores se desarrollara con fluidez, en el marco de las políticas antisindicales que mantienen tanto el gobierno municipal como el de la Comunidad de Madrid presidido por Isabel Díaz Ayuso.
En declaraciones de los dirigentes sindicales de UGT y CCOO este 28 de abril, para presentar a los medios de comunicación las reivindicaciones básicas en este 1 de mayo 2025, en las más de ochenta manifestaciones convocadas en las principales ciudades españolas, se remarco que «no se va a permitir que nos arrebaten lo que hemos conquistado» desde una derecha que representa «el mayor riesgo para los derechos democráticos sociales y laborales en las últimas cinco décadas».