La situación social y profesional en el Hospital Infanta Sofía está marcada por una serie de desafíos que afectan tanto a los pacientes como al personal médico y auxiliar. La reciente inauguración de la cuarta torre del hospital, presidida por Isabel Díaz Ayuso, ha suscitado una fuerte controversia debido a la manipulación de pacientes y falta de transparencia sobre los recursos utilizados.

Según publica ElPlural.com[1], el 14 de junio 2024, Ayuso inauguró esta nueva infraestructura, que ha supuesto una inversión de más de nueve millones de euros tras un largo periodo de paralización de las obras. Sin embargo, trabajadores del hospital denuncian que la visita fue una «farsa» y que se escenificó una realidad ficticia para la ocasión, ocultando las verdaderas condiciones del centro.

Estas acciones, destinadas a mejorar la imagen pública del hospital, generaron un considerable estrés entre el personal. Una trabajadora relató que una visita anterior fue cancelada por Ayuso en el último momento, obligando a revertir todos los preparativos. Y cuando finalmente se llevó a cabo la visita, se arregló todo en apenas dos días y se trasladó a los pacientes de Urgencias y otras plantas solo para la foto. Tras la partida de los dignatarios, los pacientes fueron devueltos a sus ubicaciones originales y la nueva torre se cerró de nuevo.

Esta manipulación afectó directamente a los pacientes. Una hija contó cómo su padre, ingresado en Urgencias desde el jueves anterior, fue trasladado a una habitación en la nueva torre solo por unas horas, durante la sesión de fotos con Ayuso y la alcaldesa de San Sebastián de los Reyes. Tras la visita, lo devolvieron a la torre 3, revelando que la nueva infraestructura no solucionaba los problemas del centro, sino que solo servía para una fachada temporal .

Por otro lado, el personal del hospital enfrenta condiciones laborales difíciles. Las trabajadoras de limpieza, subcontratadas por Acciona, han denunciado abusos laborales, despidos improcedentes y un entorno de trabajo denigrante. Después de constituir un Comité Interno para defender sus derechos, la situación se volvió insostenible. Una de las empleadas relató haber sido despedida de manera improcedente tras dieciocho meses supliendo una baja. Otra trabajadora compartió su experiencia de baja por ansiedad y depresión debido a amenazas y vejaciones constantes.

El ambiente de trabajo está marcado por el miedo a represalias y la presión psicológica ejercida por la empresa, que busca reducir costes a través de tácticas de acoso y control. Este modus operandi ha generado un alto índice de bajas laborales y un deterioro significativo en la salud mental del personal.

En resumen, la situación en el Hospital Infanta Sofía refleja una discordancia entre la imagen pública presentada durante eventos oficiales y la realidad diaria de los pacientes y trabajadores. Las denuncias de manipulación y las condiciones laborales precarias exigen una revisión urgente para garantizar una atención sanitaria de calidad y un entorno de trabajo justo y seguro.

  1. ElPlural.com. (2024, June 24). Trabajadores denuncian la «farsa» de Ayuso con la inauguración de la nueva torre del Hospital Infanta Sofía. link.

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