Tras más de dieciséis millones de casos en el mundo, cifra que va in crescendo, las vacunas que entran en la fase tres de ensayos clínicos buscan la eficacia para frenar la pandemia.
Actualmente, según los datos que presenta la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen ciento sesenta y cuatro vacunas en marcha, entre las cuales figuran doce proyectos españoles que han recibido una financiación por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, así como aportaciones privadas para sacarlos adelante en tiempo récord.
De entre las más avanzados están las del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), así como las del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Las vacunas experimentales del resto del mundo están encabezadas por el centro de biotecnología Moderna, así como la de Oxford.
En todos los casos, los bioquímicos y expertos en esta materia siguen considerando que falta dinero para priorizar estos proyectos y que el Estado sea consciente de que la carrera hacia la cura pasa por estar inmunizado mediante la vacuna. En cualquier caso, la investigación debe continuar, porque se han aprendido muchos enfoques acerca del Sars-CoV-2 y estos deben continuar viendo cómo afectan los vectores virales, los virus vaccinia atenuado, el lentivirus, entre otros.
Los ensayos comenzarán con macacos y, como en España no existe esta especie, se reclama una sala para poder traerlos y de esa forma, ensayar con los mismos antes de poner en marcha la fase I. De igual forma, aseguran que para el escalado de la vacuna es necesario que existan millones de dosis y, por ello, necesitarán expresamente la colaboración de empresas españolas que podrían aportar un valor añadido.
Para todos los proyectos y para que España pueda producir sus propias vacunas, el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento y producto sanitario (AEMPS), están llegando a un acuerdo con farmacéuticas y biotecnológicas como Reig Jofre, Rovi y Normon. En cualquier caso, faltan meses para ver si las vacunas pueden ser efectivas y si se pueden fabricar en España todas para abastecer a la nación entera.
Pues yo pondría dinero para la investigación Española y muchos conocidos míos también