Aurelio Carrasquilla, vicario para Cáritas del Obispado de Getafe (Madrid) que incluye Leganés, no entiende por qué pasa en Leganés lo que no ocurre en ningún otro pueblo de la zona Sur y Intervención General del Ayuntamiento frena las ayudas aprobadas por la Corporación Municipal.

Aurelio Carrasquilla es consciente de que por parte de todo el personal de la Concejalía de Asuntos Sociales se está trabajando bien para paliar en lo posible el enorme incremento de personas que, de repente, se han visto en la necesidad de pedir ayuda alimentaria, o de otro tipo, ante el brusco cese de sus ingresos como consecuencia del desastre económico provocado por la pandemia de COVID-19.

Aurelio asegura que la relación entre Cáritas y los servicios sociales del Ayuntamiento de Leganés es muy fluida y de colaboración mutua. Por una y otra parte son conscientes de que el hambre ya ha aparecido en Leganés. Y con el hambre, la necesidad de vivienda por parte de mucha gente que puede ser desalojada del lugar donde viven, piso o habitación, por falta de pago.

Banco de madera con productos de Leganés solidario
Banco de madera con productos de Leganés solidario

Pero ninguna de estas situaciones parece ser tenida en cuenta por parte de la Intervención General del Ayuntamiento que, sistemáticamente, rechaza los expedientes que tendrían que ser ejecutados para que el dinero le fuera entregado a Cáritas u otras organizaciones de voluntarios que se están encargando de hacer llegar las ayudas a las personas que las necesitan, bien como lotes de comida o para pagar alquileres y poder seguir teniendo techo

A Cáritas le afecta esta situación quizás con más intensidad, dado que hace alrededor de un mes el consistorio aprobó una aportación de 250 mil euros precisamente para poder hacer frente al incremento de solicitudes de ayuda que se ha producido en la localidad.

Cáritas reanudó la entrega de ayudas a la población necesitada utilizando tanto sus propias reservas como incluso los fondos de cada una de las parroquias. Pero los fondos se están agotando, porque proceden básicamente de lo recogido en los cepillos durante la misa. Y durante el confinamiento no es posible celebrar misas.

Pancarta de «Leganés red de apoyo»
Pancarta de «Leganés red de apoyo»

Pero esa ayuda prometida no se podrá hacer efectiva mientras la Intervención municipal no libere los fondos necesarios. En la ultima mesa de Asuntos Sociales, en la que están presentes todos los partidos representados en el consistorio, la concejala responsable, Eva Martínez Borrega, comunicó que los reparos puestos por la Intervención se referían a que era necesaria la reforma de la Ordenanza de Asuntos Sociales del Municipio para poder liberar los fondos.

Eva Martínez afirmó también que iba a pedir una reunión con la interventora para trabajar en un acuerdo que permitiera acelerar la utilización del dinero para materializar las ayudas.

Esos planteamientos tuvieron lugar a principios de esta semana y, desde entonces, según miembros de esa mesa que estaban presentes en la reunión, no ha habido novedades. Ni la concejala de Asuntos Sociales ni la Concejalía de Hacienda han respondido a las llamadas efectuadas por Aquí Madrid para aclarar la situación de eldinero destinados a las ayudas.

Mientras tanto, Aurelio Carrasquilla se pregunta el porqué de que este problema surja ahora cuando, como hemos dicho antes, no se producen en ningún otro de los municipios del Obispado de Getafe en el que ejerce como Vicario de Cáritas.

Los problemas con la Intervención municipal son un tema habitual en los pasillos del ayuntamiento. Para unos, esos problemas se deben a la actitud obstruccionista de la interventora y sus dos adjuntas. Para otros, los bloqueos obedecen al escaso rigor normativo con que los expedientes se presentan ante la intervención, que suele rechazar muchos de ellos.

La solución al caso estaría en una intervención del alcalde, Santiago Llorente, quien podría hacer caso omiso de los reparos que pone Intervención y obligar a que se abone el dinero necesario para las ayudas.

Fuentes internas al consistorio recuerdan que las nóminas municipales se vienen pagando desde hace bastante tiempo pese a que son sistemáticamente puestas en cuestión desde la oficina de la interventora y sus adjuntas.

Las mismas fuentes afirman que, en caso de un conflicto abierto, todo el poder recae en el alcalde y recuerdan que la actual interventora llegó a ser destituida en julio de 2011 por el entonces edil, Jesús Gómez, del Partido Popular, por un enfrentamiento bastante menos importante que el actual.

Fuentes cercanas a la oposición opinan, sin embargo, que el problema se debe a la reiterada inoperancia de Llorente, quien en los casi cinco años que lleva en el cargo ha sido incapaz de sentarse a hablar con la Intervención para acordar un método de presentación de expedientes y documentación que satisfaga las exigencias legales de la interventora y las necesidades de los técnicos de las distintas concejalías en cuanto a la aprobación y desarrollo de las actuaciones necesarias por parte del consistorio.

Para esas mismas fuentes, esa inoperancia del alcalde se debe a que utiliza como excusa la supuesta barrera que supone la Intervención para no llevar a término las actuaciones que realmente no le interesan. En este sentido recuerdan los largos meses que fueron precisos para que se cambiaran los cubos de basura del pueblo por otros con pedal.

Mientras, el tiempo pasa. Y es difícil explicar los problemas burocráticos a personas como Aurelio Carrasquilla y los cientos de voluntarios de Cáritas y otros grupos que intentan paliar el hambre de cada vez más gente.

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