Soy Rebeca Ruiz Torres, y a continuación paso a detallar[1] cómo los servicios de salud, han dejado morir a mi padre, por omisión de auxilio o por negligencia médica, en el barrio madrileño de Ciudad Jardín.

Mi padre, Juan Manuel Ruiz Martín, tenía 72 años, era un hombre sano, fuerte, deportista, no fumador, con buena salud, corredor de maratón en sus tiempos, ahora salía a «trotar» por el parque e iba todos los días al gimnasio, no fumaba y llevaba una vida de lo más sana posible.

Vivía solo en su casa de Madrid, antes de la pandemia nos veíamos frecuentemente, me ayudaba con los niños con mis médicos, con trámites, y con todo lo referente a mi enfermedad (esclerosis múltiple y diabetes tipo uno) era mi padre y gran mi gran apoyo.

El 12 de marzo (2020) me llamó por teléfono y me dijo que se había resfriado, pensaba que había cogido frío en la moto, al día siguiente me comentó que tenía unas décimas de fiebre y que le dolía la garganta, la cabeza… 

A los pocos días empezó con diarrea, no tenía ganas de comer, la fiebre le había subido a 39,5. Empezó a tomar paracetamol y a hidratarse, ya que no tenía ganas de comer, poco a poco fue empeorando, se sentía cada vez más débil su voz al otro lado del teléfono. Yo, como paciente de riesgo por padecer esclerosis múltiple y diabetes tipo 1, entre otras cosas ya menos graves, no podría ir a visitarle. 

Pasaban los días y cada vez le notaba peor, la fiebre de 39,4 le bajó en alguna ocasión a 37,6 con él paracetamol, pero luego le volvía a subir siempre pasando de 39 grados. Él seguía insistiendo en que era una gripe, decía que le dolía todo el cuerpo y que estaba muy cansado, le dolía la garganta, la cabeza, tenía tos, se mareaba, no tenía ganas de comer…

El hecho de no poder verle me inquietaba todavía más, porque él era un hombre sano, no se quejaba y no era de los que suelen tener fiebre, empecé a preocuparme seriamente. El día 19 de marzo, por primera vez, registré una petición de asistencia en la app de coronamadrid.com, lo hice desde mi teléfono pero puse el suyo de contacto.

Al día siguiente, 20 de marzo le notaba muy débil y le pregunté que si se habían puesto en contacto con él y me dijo que no, entonces llame al 112 y me pasaron con un médico del SUMMA, le conté todos los síntomas: diarrea, fiebre de más de 39, dolor de garganta, tos, falta de apetito, dolor de cabeza, mareo, fatiga extrema… Les comenté su edad, que estaba solo y que como yo era paciente de riesgo no podía ir ayudarle y solicité ayuda ellos para que fueran a darle atención médica y dijeron que no cumplía los criterios de COVID.

Entonces les dije que iba ir a su domicilio atenderle y me dijeron que por ser paciente de riesgo no podía hacerlo y me remitieron al centro de salud alegando “¿qué quieres, que le llevemos a un hospital y se contagie de verdad”? (Me gustaría recuperar esa llamada, sé que está grabada, lo he intentado pero me marean de un teléfono a otro).

Entonces preparé comida para mi padre, una bolsa con medicinas, un saturador de oxígeno, algo de compra, una mascarilla, unos guantes, en fin, todo lo que se me ocurrió que podía necesitar y fue mi marido a llevárselo a su casa. Al encontrárselo tan débil, se bajó a informar a su centro de salud, después de la espera correspondiente consiguió hablar con un médico y dijo que le irían a visitar.

Mi marido llamó a mi padre por teléfono para avisarle de que iba a ir un médico y como no le contestaba volvió a ir a su casa, allí mi padre le dijo que había comido un poco de albóndigas de las que le llevamos y que le habían sentado muy bien, que se encontraba algo mejor y que le había llamado el médico y le había dicho que estaba un poquito mejor y que no hacía falta que fueran a verle, quedaron desde el centro de salud que le llamarían cada día por teléfono para ver cómo estaba.

Por la tarde vomitó lo que había comido y desde entonces ya no volvió a comer. El fin de semana lo pasó fatal, con mucha fiebre, dolor de cabeza y mareos, garganta falta de apetito… y el sábado 21 de marzo como no se habían puesto en contacto desde corona Madrid y en el SUMMA no me hacían caso, volví a registrar sus datos, sus síntomas, ya tenía 93 de saturación y está vez dí mi teléfono de contacto, nunca me contestaron.

El domingo 22 de marzo estaba fatal, no le bajaba la fiebre, seguía sin comer y cada vez estaba más débil por lo que le dije que cuando hablara con el médico el lunes, que por favor le dijera que fuera a visitarle, que si no lo haría yo, también llame para avisar al centro de salud y otra vez al 112. 

Mi padre habló con su médico el lunes 23 de marzo, y le dijo que estaba mal y le pidió que fuera a visitarle, hasta el martes no lo hicieron. El martes 24 de marzo fue una doctora que envió su médico de cabecera, de la que se han negado a darme el nombre. Él ya estaba con 91 de saturación, el aparato que le dejé coincidía con la saturación del aparato de la doctora, que solo le oscultó, y miró saturación (91) y la fiebre, le dijo que siguiera con paracetamol a pesar de que seguía con fiebre sin comer, no tenía fuerzas para levantarse y apenas para hablar. Le dijo que reposo, paracetamol, hidratarse, cuarentena y que ya le llamarían cada tres días…

Ni le pidió ninguna prueba, ni le sugirió ir al hospital, ni siquiera le recetó ningún otro medicamento…. por no hablar de la necesaria prueba, pero a vista está que tenía que ser atendido de urgencia en un hospital, pues falleció antes los tres días, cuando le tocaba la llamada de seguimiento…

No sé exactamente las fechas pero llamé varias veces al centro de salud y al 112 para informar de la situación de mi padre, en todo momento en mis llamadas tanto al centro de salud como al 112 dije que estaba solo, que llevaba desde el día 12 así, que no le bajaba la fiebre que no comía y solo me insistían en que yo no podía acercarme por ser paciente de riesgo… 

A lo que yo contesté que si no respondía a los criterios del Covid ¡que qué más da si me acerco!, y me dijeron que yo no podía salir de casa y «¿qué quieres ,que le llevemos algún hospital y si no tiene el virus lo coja de verdad?» Yo no soy médico no supe qué hacer… 

Hablaba con mi padre varias veces al día, Insistiéndole en que se mirara la saturación y la fiebre, las pocas veces que me lo dijo seguía en 91 de saturación y me insistía en que por favor no le llamara tanto por teléfono que se encontraba muy mal y que le dejara descansar, el teléfono le agotaba y apenas tenía fuerza para levantarse de la cama.

Seguí insistiendo en el centro de salud con llamadas informando del estado de mi padre, el jueves por la noche del día 26 marzo fue la última vez que hablé con él, me dijo que estaba en la cama, muy débil  y que le dejara descansar, le dije que al día siguiente llamaría a su médico de cabecera para que fuera verle urgentemente. 

Desde la mañana del 27 de marzo empecé a llamarle y no contestaba ni al fijo ni al móvil, pregunté a mi madre y a mi tía que si habían podido hablar con él y también me dijeron que no cogía el teléfono, entonces llamé a su centro de salud informando que mi padre estaba fatal el día anterior y que no cogía el teléfono, me dijeron que mandara alguien con las llaves de su casa para ver qué pasaba o se lo dijera algún vecino pero que yo no me acercara y que ellos tampoco podían hacerlo pero que el médico también le llamaría. 

Me vestí rápidamente busqué las llaves de su casa y cuando iba a salir me llamó su médico de cabecera y me dijo que a él tampoco le respondía el teléfono, cuando salía hacia casa de mi padre, mi marido que estaba trabajando en casa me dijo que iba él (para evitar que yo corriera riesgo de contagio) y cuando llegó me llamó y me dijo que no respiraba y que no se movía y que llamara al 112.

En el 112 volvieron a remitirme al centro de salud. Llamé de nuevo a su centro de salud para informar de la situación, y a continuación cuando estaba saliendo de camino a casa de mi padre me llamaron desde el 112 diciendo que no podían localizar a mi marido y les dije que probarán a llamar al fijo de mi padre que mi marido estaba allí y que quizás estuviera hablando con el médico del centro de salud tal y como ellos me indicaron.

La persona del 112 que estaba al otro lado del teléfono me dijo: «bueno, que nos llame ya tu marido cuando pueda, ya nos han comunicado el fallecimiento». Así me enteré que mi padre se había ido, mi marido no me lo quiso decir por teléfono y porque también dudaba si podría estar en coma o haber fallecido, al no ser médico no se atrevía a decirme qué pasaba.  

Cuando llegue allí estaba sí médico del centro de salud certificando su fallecimiento.

A todo esto añadir lo siguiente:

Obviaron mis llamadas de auxilio en el 112 negándome que fuera COVID a pesar de todos los síntomas descritos y sin ni siquiera valorarlo presencialmente a pesar de haber solicitado que acudieran y de ser una persona de 72 años, que vive sola, y entre otras cosas, con fiebre de más de 39 de una semana de evolución. 

En el centro de salud sabiendo también por mis llamadas todos sus síntomas, fueron a verle el 24 de marzo, y a pesar de llevar casi dos semanas así, seguir con fiebre y tener en ese momento 91 de saturación no le dieron atención médica y le dijeron que le harían seguimiento telefónico cada tres días.

Por todo lo expuesto, estoy convencida que a mi padre le dejaron morir por negligencia médica y es mi deseo iniciar una causa e investigación penal contra el 112 y el centro de atención primaria

  1. Caso expuesto a través de la «Defensora del paciente» Carmen Flores, quien ha remitido los datos a la Fiscalía de Madrid para que investigue de oficio este caso de «presunta omisión del deber de socorro a un  infectado de COVID-19 que falleció solo en su casa sin recibir atención alguna a pesar de las numerosas llamadas que se hicieron al SAMUR, 061, médico de cabecera etc;» fundamentada en que el artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal obliga a los que por su cargo, profesión u oficio tuvieran noticia de algún delito público a denunciarlo inmediatamente al Juez o al Fiscal

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