La Guardia Civil ha detenido e investigado a once personas por los delitos contra la Salud Pública (Fraude Agroalimentario), Estafa, Contra el Mercado y los Consumidores y pertenencia a Grupo Criminal, que utilizaban tres empresas para comercializar en España extracto de gardenia procedente de China, pulverizado como si fuera azafrán, en una operación se ha desarrollado en Málaga, Barcelona, Alicante, Granada y Almería.

Moléculas y Azafrán

El grupo desarrolló una metodología de fraude agroalimentario por el que disminuían la concentración hasta casi su eliminación de una molécula que es la única que diferencia al azafrán pulverizado de la gardenia, flor común.

La gardenia goza de características de color similares al azafrán. Los costes de adquisición son significativamente inferiores a los necesarios para adquirir la misma cantidad de azafrán para la elaboración del colorante alimenticio derivado de ese producto. Esto se debe a que la gardenia puede ser recolectada de manera intensiva, mientras que el azafrán debe hacerse manualmente, debido a la delicadeza del producto. Por tanto, el precio de recolección del azafrán es diez veces superior al de la gardenia.

La gardenia no es consideraba alimento en la Unión Europea. Los investigados importaban extracto de gardenia sin cumplir ningún estándar de seguridad, incumpliendo los protocolos europeos referidos a la salud y calidad alimentaria.

En España, el azafrán fue introducido por los árabes entre los siglos ocho y diez, extendiéndose su cultivo al resto de países europeos, sobre todo a los de la zona mediterránea.

Concretamente, en España existe una elevada producción principalmente en la meseta castellano manchega, donde se obtiene azafrán considerado como uno de los de mayor calidad a nivel mundial. Concretamente el azafrán con D.O.P «Azafrán de La Mancha» es la única especia de esta naturaleza que dispone de este reconocimiento de calidad, a nivel nacional.

China como exportador de aditivos

Las personas físicas y jurídicas investigadas, importaban desde China los diferentes extractos de gardenia de una fábrica dedicada a la producción de colorantes. Este producto lo hacían pasar por extracto de azafrán, cambiando etiquetas y documentación técnica y aduanera, todo ello a requerimiento de las empresas españolas. Una vez que el producto se encontraba en territorio nacional, se almacenaba y se manipulaba según las exigencias de los clientes, y se introducía en el mercado a través de grandes cadenas de distribución, siendo consumido por la población española que pagaba como si fuera azafrán.

Actividad muy rentable

Con la puesta en el mercado nacional de estos productos la principal mercantil investigada habría obtenido un beneficio mínimo estimado de más de tres millones de euros teniendo en cuenta los datos de comercialización de ese producto desde China desde el 2013. El precio de adquisición del producto era tan bajo que la mercantil al comercializarlo obtenía unos beneficios cercanos al ochocientos por cien. Del mismo modo este hecho impedía la competencia leal de otras empresas del sector.

Se han intervenido más de dos mil kilos de supuesto azafrán adulterado valoradas en más de 750.000 euros que han sido retiradas del mercado.

Seguridad Agroalimentaria

La Jefatura del SEPRONA, participa como punto de contacto nacional dentro de la Red Europea de Fraude Alimentario, gestionada a nivel nacional por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

La operación ha contado con la participación de OLAF y EUROPOL, configurándose como modelo de eficacia de la cooperación policial en la Unión Europea. En España se ha contado con la colaboración de AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y de Nutrición) del Ministerio de Consumo.

Los informes del Instituto Nacional de Toxicología de Barcelona han resultado fundamentales para la determinación de las concentraciones de la molécula que diferenciaba azafrán de gardenia.

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