Tres semanas después del paso del temporal Filomena, la mayoría de zonas verdes y parques infantiles de Madrid siguen clausurados, lo que supone privar a nuestros niños y niñas de unos lugares esenciales de juego y esparcimiento, señalan asociaciones vecinales, medioambientales y de padres y madres de alumnos de la capital apoyados por varías oenegés.

La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), la Fapa Giner de los Ríos, Injucam, Exploradores de Madrid, la Red de ONGD de Madrid, Madres por el Clima, Ecologistas en Acción y la asociación Hacenderas, se unen para pedir al ayuntamiento que reabra de forma inmediata aquellos parques infantiles que se hallan en zonas seguras y acelere la revisión, acondicionamiento y apertura del resto, así como de los parques de mayor uso de la población.

La petición se hace «muy conscientes de los enormes destrozos que ha provocado la gran nevada en nuestras zonas verdes, y de los grandes esfuerzos y recursos que son necesarios para revisarlas, supervisarlas y acondicionarlas, lo que implica la tala de ramas de árboles y de ejemplares peligrosos y la retirada de todo tipo de restos vegetales y objetos producidos por la acción del temporal. También sabemos que las plantillas de Parques y Jardines trabajan sin descanso para habilitar estos espacios», pero argumentan que «ya han pasado más de veinte días desde la nevada, tiempo suficiente para que la mayoría estuvieran abiertos y en uso». 

Lamentan que «el bienestar de la infancia está lejos de ser una prioridad para nuestro Ayuntamiento» como pudo apreciarse «durante el primer estado de alarma de la COVID-19 con la clausura, por motivos de seguridad sanitaria de escaso rigor científico, de las zonas verdes y los parques infantiles de la ciudad» y comprueban que ahora se mantiene con la prolongación de su cierre por los efectos de Filomena.

Agregan que «no entendemos cómo, de manera preventiva, siguen clausurados en todos los distritos parques infantiles que carecen de árboles y de elementos aéreos que puedan generar riesgo de caídas o desprendimientos de ramas u otros objetos. Y tampoco cómo en muchas zonas con arbolado de la ciudad como plazas o bulevares, las terrazas de hostelería continúan a pleno rendimiento mientras los parques infantiles que se encuentran a su vera permanecen con la cinta de la policía municipal de prohibido el paso».

Por ello, exigen al consistorio la reapertura inmediata de todos estos lugares de esparcimiento de la infancia y la juventud, y que dé prioridad al acondicionamiento de los parques con más uso de la ciudad, «especialmente en un momento de la pandemia tan delicado como el que vivimos, en el que hemos de evitar los lugares cerrados y sin ventilación, y priorizar aquellos al aire libre, donde la trasmisión del virus es mucho más difícil». 

Y concluyen que «en cualquier ciudad, pero especialmente en la jungla de asfalto que representa Madrid, los parques son lugares esenciales para el juego de los niños y niñas, y a menudo su único contacto con la naturaleza. El juego es un derecho que recoge la propia ONU a través de su Convención sobre los Derechos del Niño, además de ser un elemento esencial para su bienestar y salud. Madrid pertenece a la red mundial de Ciudades Amigas de la Infancia impulsada por Unicef, lo que la compromete a velar por los derechos de la infancia, que incluye el derecho al juego».

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