Portando un cartel con la palabra «imbatible», en alusión al discurso del presidente Pedro Sánchez respecto a la polémica de las macrogranjas, a la que respondió que «Un chuletón al punto, para mí, es imbatible», cuatro jóvenes activistas de Futuro Vegetal[1] se han pegado a la sede del PSOE en Madrid para protestar por la inacción del ejecutivo en torno al imprescindible cambio de sistema alimentario.

El portavoz del colectivo señaló que «seguimos viendo la misma política alimentaria de los últimos treinta años, nada cambia salvo el discurso». También pegaron carteles con frases como «la ganadería es el mayor usuario de tierras del planeta y el principal impulsor de la deforestación en el mundo» o «un cambio masivo a nivel mundial de los alimentos de origen animal tendría un impacto significativo y casi inmediato a la solución de la Crisis Climática».

Desde Futuro Vegetal esperan que esto sirva para llamar la atención del Ejecutivo y que este actúe en consecuencia con la gravedad de la crisis, tendiendo medidas encaminadas a un cambio en el sistema alimentario que proteja el mundo rural, el medio ambiente y los animales.

Futuro Vegetal denuncia que: «el silencio e inacción del gobierno en estos asuntos muestra lo distante que está de la necesaria protección del medio ambiente».

Marina González, vocal del movimiento climático y por los derechos de los animales ha insistido en que: «Una transición del sector a un sistema cien poor cien vegetal aportaría múltiples beneficios como aguas más limpias, mejor salud para la población, disminución considerable de las emisiones de los gases de efecto invernadero y reducción de la desforestación y el extractivismo».

Eduardo Rovira, portavoz del colectivo, criticaba que: «Es vital redirigir las subvenciones, actualmente solo sirven para enriquecer a las cuatro familias que monopolizan el sector. Tenemos que fomentar las iniciativas de aquellas personas que apuestan por la agroecología, la permacultura o la producción local y que se ven desamparadas a la hora de iniciar sus proyectos. Necesitamos relocalizar la producción de alimentos para no depender de la volatilidad del precio de la energía y otros factores externos».

En las últimas semanas, la guerra en Ucrania, la crisis energética y la emergencia climática están poniendo de relieve la imposibilidad de seguir con un sistema alimentario basado en la dependencia de mercados externos. Decenas de millones de euros se destinan en subvenciones a este modelo de negocio ecológicamente insostenible, que promueve la despoblación del mundo rural y que nos hace más vulnerables frente a las consecuencias de la Crisis Climática.

El colectivo propone invertir ese dinero en redistribuir la producción hacia lo local, generando puestos de trabajo en el campo mediante la promoción de actividades responsables con el medio, sin sufrimiento animal y generando soberanía alimentaria. 

  1. Futuro Vegetal es un movimiento de desobediencia civil con el objetivo de impulsar una transición hacia un sistema alimentario justo y sostenible, basado en plantas. Esta transición tiene el objetivo de frenar la crisis climática, paliar los peores efectos de ésta y garantizar la justicia animal y social.
    Futuro Vegetal es un movimiento adscrito a Extinction Rebellion Spain (XR Spain), un movimiento contra la emergencia climática apartidista y descentralizado, con presencia en 72 países diferentes y formado por un total de 1140 grupos locales, que nace con tres demandas: que se diga la verdad sobre lo urgente de la Crisis Climática, reducir las emisiones drásticamente y que se pongan en marcha Asambleas Ciudadanas para desbloquear la toma de decisiones, así como un método: la desobediencia civil.
    Además, el grupo estatal de XR Spain ha incorporado una demanda cero que debe inspirar a las otras tres: la Justicia Climática, entendiendo que los gobiernos deben priorizar las necesidades de los colectivos en situación de vulnerabilidad y opresión.

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